La escuela secundaria de Vanessa Guillén en Houston fue el lugar de su funeral público el pasado viernes.
Su hermana menor, Lupe Guillén, le dio una desgarradora despedida.
"Vanessa Guillén, será recordada, honrada y respetada. Las despedidas no son para siempre, no son el final. Simplemente significa que te echaré de menos", dijo Lupe.
La muerte de Guillén ha puesto de relieve el acoso y la agresión sexual en el ejército, y la carrera electoral por el Senado de los Estados Unidos en Texas podría tener una influencia real en el resultado de la política.
EL CASO DE GUILLÉN PROVOCA LLAMADOS AL CAMBIO
Guillén desapareció en abril. Las autoridades encontraron su cuerpo en juniocerca de Fort Hood, donde tenía el rango de Especialista. Los investigadores alegan que otro soldado la mató de un martillazo en la cabeza. Más tarde se suicidó cuando la policía se enfrentó a él.
La familia de Guillén dijo que ella les había dicho que estaba siendo acosada sexualmente. El ejército ha dicho que potencialmente fue acosada, pero no sexualmente. Hay múltiples investigaciones en curso.
Los manifestantes se han unido para que se haga justicia en el caso de Guillén. En una audiencia a principios de verano en el Capitolio, la representante Jackie Speier (D-CA) dijo que la muerte de Guillén no sería en vano.
"Los miembros del servicio en todas partes han levantado valientemente sus voces para exigir que se rindan cuentas, para reclamar a sus autores y exigir un cambio ahora", dijo Speier, presidente del Subcomité de Personal Militar de la Cámara de Representantes.
LEY DE MEJORA DE JUSTICIA MILITAR
El cambio podría venir a través de una nueva ley federal.
Actualmente, los comandantes militares deciden qué casos de asesinato, agresión sexual y otros delitos graves se deben procesar. La legislación bipartidista llamada Ley de Mejora de Justicia Militar (MJIA, en inglés) dejaría esas decisiones en manos de abogados militares independientes fuera de la cadena de mando.
La idea, impulsada por la senadora Kirsten Gillibrand (D-NY), se remonta a 2013. El senador Ted Cruz (R-TX) es un copatrocinador.
Pero el Pentágono se opone al proyecto de ley y hasta ahora no ha sido aprobado, a pesar de haber obtenido la mayoría de los votos en el Senado en 2014 y 2015. No pudo reunir los 60 votos necesarios para romper con el discurso dilatorio.
En 2020, la MJIA se presentó como una enmienda a un proyecto de ley de gastos de defensa, pero no avanzó.
La candidata demócrata para el otro escaño de Texas en el Senado es la veterana M.J. Hegar. Le dijo a KERA que votaría por la Ley de Mejora de Justicia Militar.
La gran mayoría de las personas en el ejército son dedicados servidores públicos, dijo Hegar, pero los comandantes no deben supervisar las denuncias penales como la agresión sexual.
"Las personas en la cadena de mando son buenas ejecutando la misión", dijo. "No son necesariamente las personas que deberían tomar decisiones sobre si hay o no suficientes pruebas para procesar a alguien por agresión sexual".
Hegar fue agredida sexualmente en la Fuerza Aérea por un médico militar. Ha hablado públicamente de cómo el médico confesó, pero no fue debidamente castigado.
La MJIA no se ocupa del acoso sexual, aunque las recientes enmiendas a un proyecto de ley de defensa en la Cámara crearían un sistema de denuncia confidencial para el acoso sexual en el ejército.
Hegar dijo que trasladar las decisiones de la fiscalía fuera de la cadena de mando es lo correcto tanto para la agresión sexual como para el acoso sexual.
"¿Cree que sería una buena idea, si hubiera un acoso sexual desenfrenado en una empresa -y un montón de denuncias y una cultura de acoso sexual- si las fuerzas del orden vinieran al CEO y le dijeran 'depende de usted si quiere seguir con las investigaciones y los cargos'?", preguntó. "Esa es básicamente la situación aquí".
Si bien el número de víctimas de agresión sexual en el ejército que buscaban atención médica u otro tipo de apoyo aumentó el año pasado, el número de personas dispuestas a denunciar sus casos para que se investigaran disminuyó.
CÓMO HEGAR PODRÍA INFLUIR EN EL DEBATE
El Coronel Don Christensen, un fiscal retirado de la Fuerza Aérea, es el presidente de Protect Our Defenders, que aboga por dejar las decisiones sobre los juicios en manos de abogados militares independientes. Dijo que el hecho de que Hegar esté en el Senado sería significativo.
"Tener mujeres que han servido en el ejército, que saben cuáles son los problemas, decir que esto tiene que cambiar, es algo realmente difícil de contrarrestar para los generales y almirantes", dijo.
Sin embargo, no todas las mujeres veteranas se sienten como Hegar. La senadora Martha McSally (R-AZ), también veterana de la Fuerza Aérea, fue agredida sexualmente mientras estaba en el ejército, pero no apoya eliminar las decisiones de la fiscalía de la cadena de mando.
El contrincante republicano de Hegar, el senador John Cornyn, ha votadoal menos dos veces en contra de dar a los abogados militares autoridad sobre los delitos graves.
El senador John Cornyn hace comentarios durante una conferencia de prensa en el Centro Médico UT-Southwestern en Dallas, el domingo 28 de junio de 2020.
Credit TONY GUTIERREZ / The Associated Press
La oficina de Cornyn en el Senado dijo que ha votado por otras reformas bipartidistasque se convirtieron en ley. Estas medidas incluían tener en cuenta el manejo de los casos de agresión sexual por parte de un oficial cuando los militares deciden un ascenso.
En una declaración enviada por correo electrónico desde su oficina, Cornyn llamó al caso Guillén una "terrible tragedia".
"Queremos que todas las jóvenes que se ofrezcan como voluntarias para servir en nuestros ejércitos puedan hacerlo sin ser acosadas, y que estén seguras, pero esto también plantea interrogantes sobre la cadena de mando y el entorno en el que esto podría haber ocurrido", dijo. "Aún no sabemos las respuestas a esas preguntas, pero creo que después de que se complete la investigación criminal, sería el momento apropiado para que el Congreso se pronuncie".
KERA News se comunicó con Cornyn para esta historia. Su campaña dijo que no estaba disponible para una entrevista.
PREPARACIÓN MILITAR
Los líderes militares se han resistido a eliminar la investigación de los delitos graves de la cadena de mando.
El Teniente General Charles Pede, Juez Auditor General del Ejército, presentó su postura en una audiencia del Senado el año pasado.
"Quitarle a un comandante su decisión sobre la disciplina, los actos de mala conducta, incluyendo la decisión de procesar el crimen en un consejo de guerra, comprometerá fundamentalmente la preparación y la letalidad de nuestro ejército hoy y en el próximo campo de batalla", dijo Pede.
Defensores como Christensen no están de acuerdo en que este sea el efecto, porque los crímenes militares como la deserción y más delitos menores quedarían bajo la investigación de la cadena de mando. Otros países como Canadá, Australia y el Reino Unido han hecho cambios de política similares, y los oficiales militares de allí han dicho que no han visto una disminución en su preparación.
Christensen dijo que la historia de Vanessa Guillén, tan rala como es en este momento, ha afectado el debate sobre la justicia militar.
"Definitivamente ha dinamizado a la gente que propone que reformemos el sistema de justicia militar", dijo. "Mi esperanza es que el Congreso finalmente empiece a escuchar no sólo a los sobrevivientes, sino también a quienes los apoyan".
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