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Tras una mastectomía, muchas mujeres no pueden permitirse una cirugía reparadora. Esta ong quiere ayudar.

Una mujer sonriente vestida de rosa yace en una cama de hospital con una amiga a su lado que le hace un gesto de aprobación.
Courtesy of Gloria Infante
A Gloria Infante la acompañó su amiga Azul a casi todas las citas de quimioterapia mientras recibía tratamiento contra el cáncer de mama.

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Gloria Infante fue diagnosticada de cáncer en 2016, después de que los médicos le detectaran varios tumores de gran tamaño en el pecho. Su tratamiento incluyó quimioterapia y una mastectomía. Sin seguro médico, fue un duro golpe económico.

"Mi marido tuvo que trabajar más de lo normal para poder cubrir los gastos de la quimioterapia que me estaban dando y pagar las consultas médicas", cuenta Infante en español, su lengua materna.

Infante vive en Álamo, cerca de la frontera con México, y recibió tratamiento en una clínica de San Juan (Texas). Tras la mastectomía, dice, le hubiera gustado someterse a una cirugía reconstructiva, pero era demasiado cara para su familia, a quien ella describe como de bajos ingresos.

Infante no está sola en esta experiencia; muchas sobrevivientes de cáncer de mama no pueden permitirse la cirugía reparadora a pesar del importante papel que muchas mujeres dicen que desempeña en su recuperación emocional y psicológica.

La Ley de Salud de la Mujer y Derechos en Materia de Cáncer de EE.UU. exige que la mayoría de los planes de seguros que ofrecen cobertura para la mastectomía paguen también por la reconstrucción mamaria. Sin embargo, Medicaid no está sujeto a esta ley y la cobertura varía según el estado. En Texas, Medicaid cubre la intervención, pero algunas mujeres siguen sin recibirla o tienen que esperar mucho tiempo.

La organización Mission Plasticos quiere ayudar a las mujeres sin seguro o con seguro insuficiente -incluidas las indocumentadas que no pueden acogerse a Medicaid u otros programas federales- a someterse a la operación de forma gratuita.

"[La reconstrucción mamaria] es muy inaccesible para las mujeres sin seguro", dijo Susan Williamson, directora ejecutiva de Mission Plasticos. "No es una urgencia, y las mujeres no sufren dolores atroces, así que siempre se las relega al final de la lista".

Muchas piezas móviles

Desde 1998, Mission Plasticos ha dirigido misiones para formar a médicos de comunidades con pocos recursos de todo el mundo para que realicen operaciones de cirugía plástica a niños nacidos con enfermedades congénitas. Hace varios años, la organización sin fines de lucro centró su atención en las necesidades de las pacientes de cáncer de mama de California, donde está basada, y puso en marcha el programa Reshaping Lives: Full Circle (Reconstruir Vidas: Círculo Completo).

"Nos asociamos con múltiples organismos que atienden a personas con bajos ingresos y descubrimos que la gran necesidad era la reconstrucción mamaria secundaria posterior", explica Williamson.

Este año, el programa Full Circle se expandió a Texas, con la ayuda de voluntarios de Austin Plastic Surgeon. El doctor Sean Arredondo, uno de los cirujanos de la consulta, dijo que Mission Plasticos puede ayudar a coordinar las partes móviles necesarias para que una operación pro bono funcione. Por ejemplo, aunque un cirujano esté dispuesto a donar sus servicios, también hay que conseguir anestesistas, que suelen facturar por separado. Mission Plasticos también colabora con empresas que suministran los materiales utilizados en la cirugía, incluidos los implantes de gel de silicona.

"Es algo más que una pieza que tiene que encajar para que todo funcione", afirma Arredondo. "Es realmente una forma muy valiosa de conectar con esos pacientes, de llevar a las sobrevivientes de cáncer de mama y trasladarlas a una especie de sección de 'florecer', porque ahora no tienen necesariamente los recordatorios físicos de todo por lo que han pasado".

Las pacientes dan el primer paso

Ese "recordatorio físico" afecta a las personas de forma diferente. Según un estudio publicado en la revista Journal of the National Cancer Institute, mientras que algunas mujeres sienten un gran dolor por la pérdida de sus pechos y sienten que afecta a su sentido de la feminidad, otras no. Depende de la relación individual de cada mujer con su cuerpo.

Entre las que optan por la reconstrucción mamaria, muchas afirman haber mejorado su autoestima y su imagen corporal. Sin embargo, debido a los costos, esta opción está fuera del alcance de algunas mujeres. Un estudio de 2017 descubrió que las pacientes con cáncer de mama con seguro privado tenían más del triple de probabilidades de buscar una cirugía reconstructiva inmediata en comparación con las pacientes con Medicaid. Otro estudio encontró que las mujeres de bajos ingresos informaron que los costos habían afectado sus decisiones de tratamiento, a menudo a expensas de la preservación de la mama o la apariencia.

Éstas son las mujeres con las que Mission Plasticos quiere conectar. Sin embargo, encontrarlas es un reto debido a las leyes de privacidad de los pacientes. Williamson explica que la organización sin fines de lucro se dirige a hospitales, clínicas y organizaciones de apoyo al cáncer de mama y les anima a compartir información sobre el programa Full Circle con las pacientes. Pero si las pacientes están interesadas, tienen que dar el primer paso.

Las potenciales pacientes pueden ponerse en contacto a través del sitio web de la organización. También pueden llamar a Misión Plásticos al 888-616-4202. Eso es lo que hizo Infante cuando vio en las noticias de televisión un reportaje sobre el programa Full Circle. Para entonces, ya no tenía cáncer y había aceptado que no podría someterse a cirugía reconstructiva. Pero cuando vio el número en la pantalla, pensó: "¿Por qué no intentarlo?".

Se convirtió en una de las primeras pacientes del programa Full Circle en recibir atención en Austin Plastic Surgeon.

"Fue una bendición", dijo. "Sinceramente, fue una bendición".

Ampliando el círculo

El mes pasado, el cirujano de Infante le colocó un expansor, que ayuda a estirar el tejido para dejar espacio a los implantes. Fue la primera de dos operaciones.

La logística de la operación no siempre ha sido fácil para Infante. Conduce cinco horas desde el sur de Texas para llegar a sus citas en Austin. Arredondo dice que este tipo de barrera de acceso es un problema generalizado para los tejanos en muchas zonas del estado.

"Puede que se hayan sometido a una operación de cáncer de mama, pero ahora no pueden reconstruirse porque no hay nadie en la zona que lo haga", explica. "Y para algunas personas, ir a una ciudad diferente para someterse a una cirugía simplemente no es una opción".

Con el tiempo, Mission Plasticos espera conseguir cirujanos en otras partes del estado para que se sumen, pero por ahora, Austin es la única ciudad con cirujanos activos en el programa Full Circle.

Infante tendrá sus implantes permanentes colocados después del nuevo año. Pero dice que ya siente un cambio en sí misma desde que se sometió a la primera operación.

"No se trata de vanidad", dice. "Desde el primer día que salí de la operación y vi que mi pecho volvía a tener volumen, mi mente se sintió más relajada y feliz. No es para agradar a los demás, sino para sentirte bien contigo misma".

Traducido por Maria Arce

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Olivia Aldridge is KUT's health care reporter. Got a tip? Email her at oaldridge@kut.org. Follow her on X @ojaldridge.
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