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Una jueza de Texas concedió una orden de alejamiento temporal este jueves que permite a una mujer embarazada abortar.
El Centro de Derechos Reproductivos presentó el martes la demanda inicial en el caso Cox v. Texas en nombre de Kate Cox, una mujer embarazada de la zona de Dallas-Fort Worth. El equipo jurídico de Cox cree que se trata del primer caso en el que una mujer solicita directamente al Estado que le permita abortar desde la aprobación en 1973 del caso Roe v. Wade, y el primero de este tipo desde que Texas prohibió el aborto.
Según la demanda, al feto de Cox se le diagnosticó trisomía 18, una enfermedad que suele ser mortal. Basándose en ecografías y pruebas, los médicos dijeron que era probable que su embarazo acabara en aborto espontáneo o que el bebé naciera sin vida o sobreviviera como mucho unos días. Los médicos también dijeron que el parto sería peligroso para Cox y que su capacidad para gestar en el futuro se vería comprometida.
Según las tres prohibiciones de aborto que se solapan en Texas, un aborto médico de urgencia sólo está permitido en casos en los que exista una "afección física potencialmente mortal agravada por, causada por o derivada de un embarazo" o que "ponga a la mujer en peligro de muerte o en grave riesgo de sufrir un deterioro sustancial de una función corporal importante".
La demanda de Cox solicitaba una orden de restricción temporal que permitiera un aborto de urgencia en virtud de la excepción. Argumentaba que los médicos temen arriesgarse a incurrir en esa responsabilidad y realizar el procedimiento porque la excepción es muy ambigua. También pretendía proteger al marido de Cox de la responsabilidad derivada de la Ley 8 del Senado, que permite a los ciudadanos denunciar a quienes ayuden a alguien a abortar. La demanda pedía específicamente que se autorizara a la Dra. Damla Karsan, otra demandante, a practicar el aborto.
En una audiencia de emergencia que duró alrededor de media hora el jueves, la jueza Maya Guerra Gamble del Tribunal de Distrito 459 del Condado de Travis escuchó los argumentos de los abogados de Cox y de los abogados del estado. Gamble no se inmutó ante los argumentos del abogado estatal Johnathan Stone sobre que el estado de Cox no cumplía los requisitos para un aborto médico de emergencia.
"La idea de que la señorita. Cox desee desesperadamente ser madre y que esta ley pueda hacerle perder esa capacidad es chocante y supondría un auténtico error judicial", dijo Gamble.
La oficina del fiscal general de Texas, Ken Paxton, podría recurrir la orden de la jueza. Tras el fallo, publicó una carta dirigida a tres hospitales de Houston donde la Dra. Karsan tiene privilegios.
"La orden de restricción temporal concedida por el juez de distrito del condado de Travis, que pretende permitir que se practique un aborto, no eximirá a los hospitales, médicos o cualquier otra persona de la responsabilidad civil y penal de violar las leyes sobre el aborto de Texas", escribió Paxton.
Marc Hearron, abogado del Centro de Derechos Reproductivos, calificó la respuesta de Paxton de alarmista.
"En lugar de respetar el poder judicial, [Paxton] está tergiversando la orden del tribunal", dijo Hearron. "Está tratando de arrasar el sistema legal para asegurarse de que Kate y las mujeres embarazadas como ella sigan sufriendo".
Traducido por Maria Arce