Tras años de planificación, diseño y construcción, el predio rediseñado del Austin State Hospital está listo para recibir a los pacientes.
Los funcionarios se reunieron frente a la fachada de piedra caliza del hospital de casi 382,000 pies cuadrados para un corte de cinta el miércoles, marcando el viaje de un año para renovar el hospital más antiguo de Austin. El centro, valorado en 305 millones de dólares, tiene como objetivo atender a las personas con mayores necesidades de atención de salud mental, a menudo pacientes con bajos ingresos y en extrema necesidad de servicios.
El corte de cinta puso el broche final a más de una década de trabajo por parte de Kirk Watson, que empezó a presionar en 2011 como senador estatal para que el nuevo centro sustituyera al hospital más antiguo de Texas, inaugurado en 1861 cerca de Hyde Park. Ahora alcalde de Austin, Watson reflexionó sobre ese largo camino después de la ceremonia, señalando la abundancia de luz natural que llena las nuevas instalaciones, con suelos de mármol acentuados con escritorios de pacana reutilizados de árboles que fueron talados para el proyecto.
"Puede que no parezca mucho", dijo. "Pero en realidad me emociona por lo que significa. No sólo para la salud de las personas que estarán aquí, sino que es casi un símbolo de la diferencia que estamos marcando en la vida de la gente por la luz que ahora vamos a aportar a sus vidas".
El nuevo centro cuenta con habitaciones individuales y baños para 240 pacientes repartidos en tres plantas. También cuenta con varios patios, un gimnasio, dos canchas de baloncesto, una sala de arte, un banco y un centro de autoayuda para apoyar a los pacientes a aclimatarse a la vida fuera del hospital mientras reciben tratamiento. Se espera que los pacientes se trasladen al nuevo espacio este verano.
El hospital es una de las 10 instalaciones del sistema hospitalario estatal gestionado por la Comisión de Salud y Servicios Humanos (HHSC, por sus siglas en inglés). La HHSC lleva más de una década pidiendo una renovación de las instalaciones de ese sistema, en concreto, del Austin State Hospital, que lleva en pie desde antes de que las ruedas del ferrocarril atravesaran la capital de Texas. Aunque el gasto estatal en programas e instalaciones de salud mental ha aumentado durante más de una década, los pacientes siguen enfrentándose a una ardua batalla para recibir tratamiento.
Muchos pacientes son enviados a los hospitales estatales desde las cárceles de los condados. Si un paciente de salud mental no está en condiciones de ser juzgado, se le envía a un hospital público, si hay sitio. Si no lo hay, esperan.
Actualmente, hay 138 personas en el sistema penitenciario del condado de Travis que están esperando una cama en el Austin State Hospital. Eso incluye a un recluso que, desde el 15 de mayo, ha esperado un año entero por una cama en el Austin State Hospital, según la Oficina del Sheriff del Condado de Travis.
Scott Schalchlin, comisionado ejecutivo adjunto de Salud y Atención Especializada de la HHSC, dijo que la nueva instalación no añadirá más capacidad en el centro de Texas, ya que la remodelación se limita a sustituir las 240 camas del antiguo emplazamiento del hospital. Sin embargo, el centro supone una mejora muy necesaria para los pacientes, que no pueden permitirse una atención de salud mental con fines de lucro.
"Los pacientes que atendemos no siempre tienen los medios financieros y ... tienen una gran cantidad de problemas de salud mental", dijo. "[Para ellos] ser capaz de ser atendido en ese mismo entorno hermoso como ... un hospital con fines de lucro que dice mucho acerca de los servicios que estamos proporcionando y nuestro personal se lo merece".
Schalchlin añadió que HHSC seguirá pidiendo a la Legislatura de Texas que haga frente a las necesidades no satisfechas en el sistema hospitalario del estado y que "siempre va a haber una demanda de servicios de salud mental".
Sonja Burns, una defensora de la salud mental cuyo hermano permanece en el Austin State Hospital, dijo que esperaba que la HHSC ampliara las mejoras en el campus de 80 acres para incluir más opciones de atención para los pacientes que pueden necesitar estancias más largas a cuidado del estado.
"Tenemos tantas personas que han estado en los niveles más altos de atención o que nunca han recibido atención porque no pueden comprometerse de forma significativa y se dan de alta y siguen y siguen y siguen", dijo. “Ahora tenemos una oprtunidad”.
