Una capacitación sobre diversidad descrita por los empleados de la ciudad de Austin como "hiriente" y "perjudicial desde el punto de vista emocional y profesional" ha llevado a la ciudad a impedir que una empresa de asistencia al empleado vuelva a brindar este tipo de talleres al personal.
En agosto de 2019, el Departamento de Transporte de Austin (ATD, en inglés) exigió a sus empleados que asistieran a una capacitación de una hora sobre diversidad e inclusión. En total, 272 empleados -más de tres cuartos del departamento- asistieron al taller, impartido por un entrenador del Programa de Asistencia al Empleado de Deer Oaks.
El objetivo del entrenamiento, en correos electrónicos revisados por los ejecutivos del departamento después del taller, era garantizar un lugar de trabajo más inclusivo y que los empleados del ATD entendieran cómo servir a una comunidad diversa. Algunos empleados encontraron el entrenamiento útil. En las evaluaciones manuscritas completadas de manera anónima -y que fueron obtenidas por KUT a través de una solicitud de información pública- una persona escribió: "La presentación fue buena". Otra garabateó: "¡Gran trabajo!".
Pero otros dijeron que el entrenamiento, "Diversidad en el lugar de trabajo: Mantener un ambiente inclusivo", fue horrible.
"Este fue por lejos el peor taller de diversidad del que he formado parte", escribió un empleado en una hoja de evaluación. "Lo encontré altamente ofensivo, irresponsable y vergonzoso. Este entrenamiento es inaceptable".
En un memorándum de 13 páginas enviado por correo electrónico a los directivos del departamento de transporte una semana después del taller, casi dos docenas de empleados sin identificar detallaron cómo la presentación no sólo era ofensiva, sino también completamente inexacta a veces y "emocional y profesionalmente perjudicial".
Por ejemplo, el instructor definió incorrectamente la raza, dos veces. El primer día que se ofreció el entrenamiento, caracterizó a la raza como la nacionalidad de alguien; más tarde la definió como "las características biológicas que un grupo de personas comparte".
El capacitador también expresó su sorpresa de que alguien pudiera identificar su propio género desde una edad temprana.
"Hay un nuevo término que escuché el otro día. Es 'they-babies' (ellos-bebés). Sí, supongo que los padres están dejando que sus hijos decidan su propio género", recordaron los empleados que dijo el entrenador.
Los expertos en raza y género que revisaron la sinopsis del taller reaccionaron con incredulidad.
"Como alguien que hace este tipo de capacitación y que ha enseñado sobre estos temas por más de 20 años, estoy absolutamente atónito de que un taller de diversidad e inclusión pueda estar ejecutado tan mal", escribió Kevin Cokley, un profesor en el Colegio de Artes Liberales de la Universidad de Texas en Austin, en un correo electrónico. "Este curso fue tan malo que casi parece ser una parodia de un taller en diversidad que salió mal".
Otro experto dijo que el recuento del entrenamiento se leía como una sátira.
"Es de alguna manera horriblemente satírico lo equivocado que está todo", dijo Jamie O'Quinn, candidato a un doctorado en el Departamento de Sociología de la UT en Austin. Dijo que mezclar la raza con la nacionalidad está mal. "Obviamente, si vives en Estados Unidos, esa es tu nación de origen, [pero] gente de todas las razas vive en todos los países; simplemente no tiene ningún sentido".
"Este curso fue tan malo que casi parece ser una parodia de un taller en diversidad que salió mal"
KUT se contactó con varios empleados del ATD para hablar de sus experiencias, pero no respondieron a la solicitud o dijeron que no se sentían cómodos hablando sobre el tema. Un portavoz del departamento "rechazó respetuosamente" el pedido de entrevistar al director del ATD, Robert Spillar, sobre el taller, pero respondió algunas preguntas por correo electrónico.
Joya Hayes, directora del Departamento de Recursos Humanos de la ciudad de Austin, reconoció que el instructor "cometió algunos errores importantes". Y que se enteró del taller después de que un gerente de Recursos Humanos del ATD la contactara diciendo que los empleados no estaban contentos con la presentación.
"Teníamos preocupaciones similares y estábamos alineados con algunas de las inexactitudes incorrectas que vimos en el entrenamiento", dijo Hayes a KUT.
En respuesta, el Departamento de Recursos Humanos ha prohibido a Deer Oaks hacer cualquier entrenamiento adicional relacionado con diversidad e inclusión, y ha pedido a los jefes de departamento que no se pongan en contacto con la compañía que busca este tipo de entrenamiento para los empleados.
Respecto a cuánto pagó la ciudad por la capacitación, es difícil poner una cifra exacta. En 2016, la ciudad contrató a Deer Oaks para una variedad de servicios de asesoramiento y capacitación de empleados, y durante un período de contrato de más de cuatro años ha pagado a la empresa poco más de un millón de dólares.
Deer Oaks, que proporciona servicios de asistencia a los empleados para otras grandes agencias del estado, incluyendo la UT en San Antonio y Texas Health and Human Services, no respondió a un pedido de entrevista.
No es la primera vez
Mientras que el presidente Donald Trump ha llamado a las capacitaciones sobre diversidad "propaganda antiamericana", la Ciudad de Austin ha dado valor a los talleres sobre diversidad e inclusión en los lugares de trabajo durante los últimos años.
En un informe de 2017 sobre el racismo institucional, un grupo de trabajo creado por el alcalde Steve Adler recomendó en numerosas ocasiones que los empleados del gobierno local recibieran formación sobre diversidad e inclusión.
"No podremos tratar el tema de la asequibilidad en esta ciudad... hasta que no tratemos el tema de la raza", dijo Adler en un entrenamiento de diversidad organizado por Leadership Austin un año después. "Como líderes de esta ciudad, esta es una conversación que tenemos que tener, porque si no tienes esta conversación, entonces esta comunidad no tiene esta conversación".
Hayes también enfatizó la importancia de estos entrenamientos.
"Nos tomamos la cultura del lugar de trabajo muy en serio", dijo a KUT. "Tratamos de ser tan proactivos como podemos para crear y establecer políticas y una cultura que asegure que todos los empleados sean tratados justamente y que sean respetados".
Pero los empleados de la ciudad no se han sentido respetados en el pasado por capacitaciones inadecuadas. Así como Austin dio la bienvenida a su primer Concejo de la Ciudad con mayoría de mujeres en 2015, la ciudad celebró un seminario para el personal sobre cómo trabajar con las mujeres.
Los oradores hicieron comentarios sexistas, diciendo al personal de la ciudad que se preparara para que las mujeres en el estrado hicieran muchas preguntas y se abstuvieran de considerar argumentos financieros al tomar decisiones. Un subdirector de la ciudad que organizó el taller renunció varios meses después de que la capacitación se hiciera pública.
Cuando se le preguntó cómo es que la ciudad suele impartir cursos de formación para veteranos, Hayes dijo que la ciudad no observa ni monitorea rutinariamente los talleres ofrecidos por un contratista como Deer Oaks. Dijo que antes de ese entrenamiento en el ATD, la ciudad nunca había recibido quejas sobre los servicios de la compañía.
Aunque el grueso de los servicios que ofrece Deer Oaks es asesoramiento individual para empleados, según Joya Hayes, los jefes de departamento pueden solicitar capacitaciones especializadas en varios temas, incluyendo diversidad e inclusión.
Eso es justo lo que hizo el ATD. Según un portavoz del departamento, dos empleados del Departamento de Recursos Humanos organizaron el entrenamiento. Hablaron por teléfono con el instructor y revisaron la presentación que haría.
Pero en el memorándum enviado a los superiores después, los empleados ofrecieron 30 puntos describiendo cómo el entrenamiento era "perjudicial".
En un momento de su presentación, por ejemplo, el instructor alentó a los empleados a gritar términos despectivos para dar ejemplos de palabras o frases que no debían utilizarse en el lugar de trabajo.
En otro momento, el instructor pidió a los empleados que dieran ejemplos de buenas reglas de inclusión en el lugar de trabajo. Un empleado del ATD sugirió que la política del Ejército de Estados Unidos de "no preguntar, no decir", que prohibía a los homosexuales y bisexuales servir abiertamente en las fuerzas armadas, era un buen ejemplo.
El instructor aceptó esto como una "respuesta correcta".
"Un lugar de trabajo que espera que el silencio y que algunos de sus empleados se escondan no es claramente uno que valore la diversidad y la inclusión y no puede ser un modelo para nuestra organización", escribieron los empleados en su memorándum.
Un nuevo entrenamiento contra el sesgo implícito en toda la ciudad
Los empleados exigieron una serie de acciones al departamento y a la ciudad, incluyendo la creación de un puesto dentro del departamento enfocado enteramente en cuestiones de equidad. Un portavoz del ATD dijo que la ciudad está en el proceso de definir una "posición de equidad", aunque esta persona trabajaría en todos los departamentos de la ciudad.
Un representante sindical de los empleados de la ciudad dijo que los empleados del ATD "están satisfechos con el progreso" que el departamento ha hecho después de la capacitación, aunque KUT no pudo hablar con los empleados del ATD directamente.
En cuanto a otras medidas que ha adoptado el ATD, un portavoz dijo que tiene previsto crear un grupo de empleados para asesorar a los directivos sobre cuestiones de equidad y nombró a un funcionario para evaluar la equidad dentro del departamento.
Cokley dijo que cuando una empresa organiza un mal entrenamiento sobre diversidad para sus empleados, es imperativo que reconozcan el error.
"Deben comunicar que han escuchado las preocupaciones, que reconocen que son serias y que están haciendo todo lo que está a su alcance para asegurarse de que no vuelva a suceder", dijo. "Y que ofrecen el tipo de formación de calidad en materia de diversidad que está garantizada y es necesaria", agregó.
Al parecer, la ciudad está tratando de hacer justamente eso.
Después de un esfuerzo de años, el Concejo de la Ciudad aprobó a principios de 2020 un contrato con un consultor con sede en Maryland para crear y proporcionar un entrenamiento sobre sesgo implícito y competencia cultural específica para los empleados de la ciudad.
Un portavoz del ATD dijo que el departamento contribuyó con $100,000 de su presupuesto para el contrato de $900,000, y que los empleados del departamento serán algunos de los primeros en recibir este nuevo entrenamiento, probablemente en enero.
Pero, Hayes dijo que la capacitación sólo puede llegar hasta cierto punto.
"Estamos buscando otras iniciativas. No vamos a cambiar la cultura para siempre con una clase aquí y otra allá", dijo. "Se trata de un enfoque sistemático de cambiar la forma de operar. Estoy muy emocionada de que esta sea una de las muchas iniciativas que nos llevarán en la dirección correcta".
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