Las vacaciones de verano iniciaron hace tres semanas, pero eso no ha impedido que Luis Orlando Ruiz Medina practique deletrear palabras en español todos los días. Lo ha hecho casi "ininterrumpidamente", con una lista de más de 1,700 palabras. "Ininterrumpidamente", con 19 letras, es la palabra más larga de la lista. También es complicada, ya que tiene una doble "r".
Entre semana, Luis se reúne con su coach a través de Zoom durante al menos hora y media. Los fines de semana practica solo, a veces deletreando palabras en voz alta a su madre mientras ella cocina. Luis se está preparando para ir al Concurso Nacional de Deletreo en Español, que se celebra el jueves en El Paso.
Luis se ganó su lugar en diciembre pasado, cuando quedó primero en el concurso anual de deletreo en español del Distrito Escolar Independiente de Pflugerville. Lo hizo deletreando "piragüismo", una palabra que no es muy común, ni siquiera entre los hispanohablantes nativos. Ahora competirá con otros 29 niños de nueve estados diferentes por el premio nacional.
A Luis no le intimidan las palabras largas. Sino las palabras que tienen caracteres especiales.
"Creo que puede ser difícil para los angloparlantes, porque en inglés no creo que tengamos acentos como en español, o la 'diéresis'", dice, refiriéndose a la diéresis en palabras como "bilingüe".
"Inmigración" puede ser otra palabra complicada en la lista, ya que la "nm" puede sonar como una doble "m". Pero es una palabra que la familia de Luis conoce muy bien. Los Ruiz Medina llegaron a Texas desde Cuba cuando Luis tenía cuatro años. Sus padres hablan español en casa, y él siempre ha estado en colegios bilingües. Ahora, como alumno de sexto curso, Luis devora hasta tres libros a la semana y le encanta ver documentales de historia, todo en inglés.
Luis se siente cómodo manteniendo una conversación tanto en inglés como en español. Ahora sabe perfectamente que "comunicación" en español se escribe con una sola "m" y con acento en la segunda "o". Pero no siempre ha sido así.
"Él sí batalló y tuvo cierto dificultades en español al principio", dice Deilys Medina, la madre de Luis. "Pero ya con el paso del tiempo esos errores y detalles los ha mejorado muchísimo. Y también pienso que eso se debe mucho a este concurso y estas prácticas que está teniendo".
Jocelly Meiners, profesora de lingüística de la Universidad de Texas en Austin, explica que actividades como los concursos de deletreo ayudan a los hablantes por herencia -personas que aprenden una lengua por exposición en casa- a comprender mejor el idioma. Esto es importante porque el deletreo en español no es tan fonético como la mayoría cree.
Por ejemplo, dice Meiners, algunos sonidos se repiten en el alfabeto. El sonido "h" del inglés puede encontrarse en la "x" de "México", la "g" de "corregir" y la "j" de "cejijunto". En el español de España, hay una distinción entre cómo se pronuncian las letras "s" y "z", pero no en el español latinoamericano. En este lado del mundo, la "s", la "z" y a veces la "c" pueden sonar igual.
Son reglas con las que los niños hispanohablantes monolingües tienen dificultades al principio, dice Meiners, pero ser bilingüe es realmente lo que dificulta los concursos de deletreo en español.
"Es un reto cuando tienes dos sistemas en el cerebro, dos idiomas", dice.
Por ejemplo, "xilófono" y "xylophone". Sólo un par de letras las separan, pero eso puede ser suficiente para confundir incluso a un deletreador ávido. Y si estás en una competencia, no puedes olvidar mencionar el acento en la primera "o".
"Ese tipo de pequeños matices pueden confundir a nuestros menores bilingües cuando hablan o escriben en español porque tienen la ortografía inglesa arraigada en sus mentes", dice Meiners.
La coach de Luis, Doris Espinoza, dice que el entrenamiento no ha sido fácil, sobre todo al principio, porque Luis se distraía leyendo cualquier libro que tuviera a mano. Pero es competitivo, dice, y muy curioso. Le cuenta que quiere aprender alemán o mandarín. Parece el siguiente paso lógico después de aprender a deletrear "lingüística".
Luis no sabe si ganará el concurso nacional. Pero confía en que las largas horas de trabajo den frutos. Y está encantado de conocer El Paso. Dice que también está muy orgulloso de representar a Texas, el estado que se convirtió en el hogar de su familia, y de elevar a la comunidad hispana.
"Ser bilingüe es como un don", dice. "Tienes más ventajas porque puedes hablar dos idiomas, y además te ayuda a conectar con dos comunidades".
Luis no sabe a lo que se enfrentará el jueves, pero está preparado para deletrear cientos de palabras. "Orgullo", "satisfacción" y "ganador" son sólo algunas.