Christopher Taylor, el policía de Austin que baleó fatalmente a Mike Ramos, de 42 años, en abril del año pasado, ahora enfrenta cargos por homicidio, de acuerdo al fiscal del distrito del condado de Travis, José Garza.
Las acusaciones contra Taylor, reportadas primero en Austin American-Statesman, se alejan de las normas relacionadas al manejo de violencia policíaca en el condado de Travis y en Austin, donde la mayoría de los casos no llevan a un proceso criminal. Taylor enfrenta cargos por homicidio en primer grado, y su fianza fue fijada en $100,000.
Garza, el fiscal del distrito que se postuló con una plataforma progresista que incluía ser más agresivo en las investigaciones y enjuiciamientos contra violencia policíaca, confirmó los cargos durante un anuncio y dijo que es un “paso significativo hacia la justicia.”
Los abogados de Taylor hicieron reclamos después de que los cargos fueran presentados, diciendo que está “cumpliendo puntos de campañas electorales y es aún más evidencia de una tendencia anti-policía.”
El gran jurado no presentó cargos contra Mitchell Pieper, un oficial de la policía que también abrió fuego contra Ramos con municiones supuestamente menos letales.
La balacera que culminó en la muerte de Ramos ocurrió tras una llamada al 9-1-1 en la que alguien reportó que había una persona supuestamente consumiendo drogas y en posesión de un arma de fuego dentro de un estacionamiento en el complejo de Rosemont Apartment en el Suroeste de Austin. Seis oficiales de la policía respondieron a la llamada, rodeando el estacionamiento y deteniendo a Ramos al mismo tiempo que lo tenían en la mira de sus armas de fuego. Ramos intentó huir en su vehículo hacia un área sin salida cuando fue herido fatalmente.
El Departamento de la Policía de Austin dijo tras el incidente que los oficiales estaban seguros que Ramos estaba armado. Ramos no estaba armado.
La muerte de Ramos coincidió con un momento de indignación y protesta contra el racismo y la violencia policíaca. Fue uno de los puntos principales por los que activistas enfocados en justicia del sistema penal cuestionaron el liderazgo del Jefe del Departamento de Policía de Austin, Brian Manley, quien pronto dejará su cargo.
Críticos de Manley señalaron la falta de urgencia en las investigaciones internas de la policía contra Taylor, resaltaron la poca transparencia durante los procesos indagatorios y una falta de motivación del Departamento de Policía de Austin de despedir a Taylor. Manley anunció durante el mes pasado que pronto dejaría el cargo.
En los meses pasados, José Garza, el fiscal de distrito del condado de Travis, había dicho que esperaba que los casos de Ramos y de Javier Ambler (quien murió en 2019 mientras estaba bajo la custodia de alguaciles del condado de Williamson) llegaran a manos de un gran jurado para el mes de abril.
Garza puso el caso de Ramos en el centro de su campaña electoral. Dijo que investigaría y enjuiciaría casos de violencia y mala conducta por parte de la policía. Margaret Moore, la predecesora de Garza, no investigó el caso de Ramos.
Durante el año 2020, Brenda Ramos, la madre de Mike Ramos, demandó en una corte federal a la ciudad de Austin y al Departamento de Policía de Austin por el homicidio de su hijo.
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