Los profesionales de la salud se han esforzado mucho durante la pandemia, trabajando sin descanso para ayudar a los pacientes a medida que las hospitalizaciones por COVID-19 sobrecargan las unidades de cuidados intensivos.
Algunos trabajadores de salud han antepuesto el trabajo a su propio bienestar y están experimentando niveles más altos de estrés, ansiedad y depresión según investigadores de la Universidad de Texas en Austin.
La Dra. Nelly Salgado de Snyder encabezó un estudio que examina cómo el COVID-19 está afectando a los trabajadores y proveedores de atención médica que trabajan con comunidades marginadas en los Estados Unidos. Entre estas, personas sin acceso a muchos beneficios sociales, como trabajadores agrícolas, inmigrantes, refugiados y personas sin hogar.
Los investigadores revelaron que uno de cada 10 trabajadores y proveedores de atención médica experimentaron altos niveles de factores estresantes de índole personal y profesional durante la pandemia. Entre estos, trastornos del sueño, problemas domésticos, horas de trabajo excesivas y miedo a llevar el virus a casa.
La mayoría dijo que recibían apoyo por parte de familiares y amigos. Solo alrededor del 25% de los encuestados buscó ayuda profesional, ya sea en línea o en persona.
Salgado de Snyder dice que muchos han dejado la salud mental en un segundo plano durante la pandemia. Ahora escucha la entrevista extendida en inglés o continua leyendo para saber cómo es que los profesionales sanitarios están afrontando la situación.
La transcripción ha sido ligeramente editada para mayor claridad:
KUT: ¿Cómo es que trabajar con comunidades vulnerables, como son los trabajadores agrícolas, inmigrantes y personas sin hogar, durante la pandemia, ha impactado la salud mental de los trabajadores y proveedores de atención médica?
Salgado de Snyder: Muy a menudo se sienten incapaces de cumplir con las expectativas de sus clientes o de responder adecuadamente a sus necesidades. Esto supone un estrés adicional a las tareas que realizan día a día, que ya son estresantes por sí solas. Y como has de saber, ahora mismo hay un déficit de personal sanitario, y [los trabajadores existentes] tienen más tareas.
También tienen que informar y educar a estos grupos vulnerables, esto, aparte de atender sus necesidades sanitarias que están directamente relacionadas con COVID-19 o de alguna manera u otra asociadas a COVID-19. Esto hace que sus trabajos sean extremadamente estresantes porque tienen que lidiar con las necesidades de sus pacientes y sus propias necesidades. Muy a menudo es difícil decidir con quién deberían pasar más tiempo, a quien deberían atender primero. Y tienden a poner sus propias necesidades a un lado. Tienden a responder primero a sus pacientes.
¿Qué es lo que más estresa a los trabajadores y proveedores de atención médica durante la pandemia de COVID-19?
Salgado de Snyder: Cuando se trata de factores estresantes ocupacionales, lo que fue reportado, fueron situaciones como cargas excesivas de trabajo, jornadas laborales largas. También, el miedo de llevar el virus a sus hogares, a sus familias, porque en algunos lugares no contaban con suficiente equipo de protección personal, especialmente al principio de la pandemia.
Entre otros factores estresantes ocupacionales están, la falta de recursos institucionales para darle seguimiento a las necesidades de sus clientes. Además, muchos se sienten incapaces de conectar a sus clientes, especialmente a sus pacientes inmigrantes, con servicios sociales como bancos de alimentos o asistencia para el alquiler o asuntos legales. También reportaron que se les dificultaba comunicar malas noticias a sus clientes, como decirles que ellos o un familiar estaban infectados o que estaban en mal estado de salud.
Pero también había un aspecto personal que tenía que ver con sus vidas privadas. Y entre esos factores estresantes, lo que reportaron, con índices de estrés muy altos, fue falta de sueño. Algunos de ellos reportaron tener insomnio. Algunos también nos informaron sobre la pérdida de trabajo por parte de sus cónyuges, y estar viviendo a base de un solo ingreso. Y dado que la mayoría de los encuestados eran mujeres, también reportaron estrés por la falta de cuidado infantil, esto acompañado por largas jornadas de trabajo. También descubrimos que el haber estado en contacto con un paciente o un cliente posiblemente contagiado aumentaba sus niveles de estrés considerablemente.
El estudio mencionó que la exposición a estos factores de estrés a largo plazo podría tener efectos duraderos. ¿Qué están haciendo estos trabajadores de primera línea para afrontar estas tensiones a corto plazo?
Salgado de Snyder: Esa es una muy buena pregunta, porque ellos tienen maneras bastante limitadas para afrontar estos problemas. Básicamente es buscar apoyo, ayuda y compañía de familiares y amigos. Muy pocos de ellos, alrededor del 25%, buscaron asesoramiento profesional, ya sea en línea o presencial, principalmente debido a la falta de tiempo para encontrar este tipo de servicios. Otras actividades que le ayudaron a algunos fueron la meditación, el ejercicio y el abordar sus problemas de una manera consciente. Muy pocos utilizaron sustancias.
¿Qué más le podría servir a estos trabajadores sanitarios mientras la pandemia continúa?
Salgado de Snyder: Creemos firmemente que de alguna manera, las organizaciones para las que trabajan les brindarán algún tipo de apoyo para abordar la situación ... acceso a servicios gratuitos de apoyo en línea, servicios de asesoramiento para ellos y sus familiares. Quizás contratarán a más personal de salud para que los trabajadores no sean sometidos a largas jornadas u horarios tan exigentes.
¿Por qué es importante priorizar la salud mental de los trabajadores y proveedores de atención médica?
Salgado de Snyder: Bueno, porque realmente no sabemos cuánto va a durar esta pandemia. Todos nos vemos afectados, y es posible que no suframos de COVID en sí. Puede que no estemos enfermos, pero todos estamos expuestos a las tensiones de salud mental asociadas con la pandemia: el distanciamiento social, las medidas de precaución que tenemos que tomar para evitar los hospitales, medicamentos y todo eso.
La salud mental es algo que se ha descuidado en esta pandemia. [El descuido] causará una clara disminución de la calidad de vida y el bienestar de las personas. Por lo tanto, debemos cuidar de la salud mental porque es tan importante como la salud física.
¿Tienes un tip noticioso que quieras compartir? Envíale un correo electrónico a Dani Matías a dmatias@kut.org. También puedes seguirla en Twitter en @Matias7Dani.
Si has encontrado valioso el reportaje anterior, por favor considera hacer una donación. Tu aportación paga todo lo que encuentres en KUT.org. Gracias por donar hoy.
Las traducciones de contenido selecto de KUT son posibles gracias al apoyo financiero de Texas Mutual Insurance Company, un proveedor de compensación de trabajadores.
Traducido por Carola Guerrero De León.