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Te Explicamos Las Implicaciones De Cancelar En Texas Obligación De Usar Cubrebocas Y Restricciones Por COVID-19 En Negocios

Un hombre se coloca el cubreboca antes de entrar a un negocio.
Gabriel C. Pérez
/
KUT
Un consumidor en la avenida de South Congress un día después de que el Gobernador Greg Abbott anunciara que retirará la orden estatal de usar cubrebocas.

Read this story in English.

Texas reabrirá al 100% la semana que entra, terminando así una orden estatal que indica que hay que usar cubrebocas, y eliminará las restricciones a negocios relacionadas al COVID-19.

A continuación podrás leer una explicación de qué es lo que esta orden significa para oficiales de gobierno locales, escuelas y negocios.

¿Qué es lo que hace la nueva orden?

Básicamente hace lo que crees: elimina el requerimiento de usar cubrebocas en espacios públicos y terminará con las restricciones a negocios que se habían impuesto debido al COVID-19.

¿Cuándo entra en vigor?

El próximo miércoles, 10 de marzo, a las 12:01 a.m.

¿Cómo afectará esto a los negocios?

Los negocios básicamente podrán hacer lo que quieran. Incluso el Gobernador Greg Abbott dijo en su anuncio que “ni la gente ni los negocios necesitan que el estado les diga cómo operar.”

Así que si algunos negocios quieren abrir completamente sin requerir el uso de cubrebocas y sin límites en la cantidad de gente que puede entrar a su establecimiento, lo pueden hacer.

Si los negocios quisieran limitar el número de personas en su establecimiento o quisieran requerir el uso de cubrebocas, también podrán hacerlo.

Hasta ahora, varios negocios en Austin han sugerido que continuarán aplicando sus políticas actuales (al menos cuando estén en el interior) de pedir que la gente use cubrebocas. El problema es que, como reporta Ashley Lopez para KUT, varios negocios se estaban respaldando en la orden estatal de usar cubrebocas para poder aplicar sus propias políticas. Si alguien no quería usar cubrebocas, podían apoyarse en políticas del estado.

En ese sentido, ya no existirá ese nivel de respaldo, aunque un negocio podría llamar a la policía si es que un cliente se rehúsa a usar cubrebocas.

¿Qué significa esto para las ciudades y condados si hay otro brote?

La nueva orden de Abbott para abrir el estado le permite a oficiales de gobierno locales que puedan restaurar un límite en el cupo de gente. Podrán hacer esto si es que hay un nuevo brote de contagios, sin embargo limita su habilidad para hacer cumplir esas reglas.

Así que si una de las 22 áreas en el estado con hospitales que dan servicios de trauma identifica que durante una semana consecutiva ven una tendencia de que crece en un 15% el número de admisiones debido a contagios de COVID-19, un juez del condado podría restringir el límite de personas que pueden entrar a un negocio hasta por un 50%.

Sin embargo, hacer que se cumplan las restricciones podrá ser difícil. Abbott indicó que si alguien rompe las reglas, las ciudades y condados no podrán amenazar con cárcel. Mientras que usar multas es algo que continúa estando en la mesa, hacer que las reglas se cumplan por medio de penalizaciones monetarias será duro. En el pasado, Austin ha buscado que se cumplan las reglas con estrategias enfocadas en educación, en vez de solo usar un sistema de multas.

La orden dice explícitamente que las ciudades y condados no pueden hacer que se cumplan los requerimientos de usar cubrebocas.

Así que, ¿cómo pueden los gobiernos locales limitar a los negocios?

Bajo el nuevo mandato de Abbott, los oficiales de gobierno locales no pueden limitar un “servicio” o imponer “límites a operaciones.”

En el pasado, las ciudades y condados han intentado darle la vuelta a las órdenes previas impuestas por el gobernador de ese modo.

Austin, San Antonio y El Paso intentaron frenar el número de contagios usando toques de queda, con resultados que variaron en su éxito. El año pasado, El Paso y San Antonio pudieron imponer toques de queda durante algunas fechas festivas limitando la habilidad de congregarse en grupos.

El toque de queda que Austin intentó imponer buscaba limitar las horas en que negocios (léase: bares y restaurantes) podían dar servicio durante el Año Nuevo para evitar contagios de COVID-19, sin embargo el Procurador General de Texas, Ken Paxton, buscó inmediatamente frenar esta medida.

La medida que Austin intentó imponer iba a limitar el cupo dentro de bares y restaurantes entre las 10:30 p.m. y las 6 a.m. en aquel fin de semana. Bajo ese toque de queda, un restaurante hubiera podido permitir que los clientes recogieran comida pero dentro de ese marco de tiempo, evitaría que pudieran comer ahí en persona.

La Corte Suprema de Texas no dio su fallo contra el toque de queda, sin embargo emitió un mandato que detuvo la regla antes de que pudiera entrar en efecto. Después de eso, El Paso enmendó un toque de queda similar para alinearse con las órdenes del gobernador, limitando las reuniones de personas y no las operaciones de servicios y negocios.

Así que si el número de hospitalizaciones por COVID-19 aumenta durante las siguientes semanas, Austin podría limitar el cupo hasta un 50%, pero sin la capacidad de hacer que la regla se cumpla y sin poder explícitamente limitar la habilidad de un bar para servirle a su clientela ni imponer cambios en horas u operaciones.

Aún así, si las cosas salen mal y hay un aumento en los contagios de COVID-19 dentro del área de Austin, el juez del condado Travis, Andy Brown, dijo que explorará la posibilidad de que se limiten las horas de venta de alcohol.

¿Qué significa esto para las escuelas?

Al parecer, no mucho.

Distritos escolares en el estado han dicho que continuarán pidiendo a estudiantes y maestros que utilicen cubrebocas, a lo que Texas Education Agency dijo el miércoles que le parecía bien.

La agencia aún requiere de los distritos que sigan ofreciendo clases presenciales como una alternativa para que puedan seguir recibiendo fondos del estado, pero aclaró que una junta directiva de una escuela tiene su propia capacidad de manejar sus políticas respecto al uso de cubrebocas.

Muchos educadores han expresado preocupación después del anuncio de Abbott, ya que no estaban incluídos en las prioridades dentro del plan de vacunación contra el COVID-19. Sin embargo eso acaba de cambiar, ya que el Departamento Estatal de Servicios de Salud de Texas dijo que los maestros ya son elegibles para la vacuna, sumándose a los texanos de más de 65 años y personas con enfermedades crónicas que podrían aplicar para ser inmunizados.

La nueva medida de Abbott continuará prohibiendo a ciudades, condados y autoridades de salud pública imponer algún límite operativo tanto a escuelas públicas o privadas como a instituciones de educación superior.

¿Qué más dicta la nueva orden?

Además de de todo lo anterior, la orden de Abbott permitirá visitas a cárceles en persona a partir de la semana que entra, volverá a dejar que alguien tenga una cirugía electiva (si es que el nivel de hospitalizaciones por contagios de COVID-19 no está catalogado como “alto”) y desintegrará al equipo especial del gobierno que existía para promover acciones que llevaran a la reapertura del estado.

En relación a las cárceles en el estado, no hay claridad por el momento. Un vocero de Texas Commission on Jail Standards comentó a KUT que están trabajando en lineamientos para que las visitas en persona estén en regla con la nueva orden del gobernador, sin embargo, dicen que aún no terminan.

La orden de Abbott continuará restringiendo a ciudades y condados para que no tengan la capacidad de limitar servicios religiosos y negocios de cuidado de infantes.

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Andrew Weber is KUT's government accountability reporter. Got a tip? You can email him at aweber@kut.org. Follow him on Twitter @England_Weber.
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