Cuando Amanda Traphagan estaba vendiendo su casa en Austin en abril, ella y su esposo bromeaban imaginando que Elon Musk, el director general de la compañía de autos Tesla y actualmente considerado el hombre más rico del mundo, llegaría y les ofrecería una cantidad mucho más de lo que ellos estaban pidiendo por su propiedad.
“Estábamos bromeando que Elon Musk se aparecería en los cielos”, dijo Traphagan. Se imaginaban al director general de SpaceX disfrazándose para participar en un tour de la casa.
“Oh, Kreelon Husk está aquí para comprar la casa”, bromearon ella y su esposo, Stephen Gray.
Musk nunca llegó pero sí recibieron una oferta sorprendente. Un comprador les ofreció $615,000 en efectivo por su casa en el norte de Austin; la pareja estaba pidiendo $450,000. Fue una de las 25 ofertas que recibieron en tres días.
“Casi parecía como si lo hubiésemos puesto en eBay”, dijo Gray. “Todo pasó tan rápido”.
A pesar de la pandemia que dejó a miles de personas sin trabajo, las compras y ventas en el mercado inmobiliario de Austin no frenaron durante el verano de 2020. Y durante el último año, solo se han intensificado. Según cifras de la Junta de Agentes de Bienes Raíces de Austin, el precio medio de venta de viviendas en Austin ha aumentado $100,000 en solo seis meses.
Pero aunque los expertos coinciden en que el rápido aumento de precios que estamos viendo no puede durar, muchos dicen no estar seguros cuándo terminará la alza.
“Creo que el nivel de crecimiento de los precios es insostenible”, dijo Ali Wolf, economista jefe de la empresa de investigación del mercado inmobiliario Zonda. “Pero todavía la pregunta es, ¿va a durar dos años o seis meses? Y, francamente, nadie puede darte esa respuesta”.
¿Quizás dentro de un año?
Jim Gaines, economista del Real Estate Center en Texas A&M University, está más dispuesto a poner una fecha de vencimiento al crecimiento exponencial de los precios en el mercado inmobiliario de Austin.
“El resto de este año probablemente será bastante activo”, dijo Gaines. “Los precios seguirán aumentando considerablemente este año y quizás hasta el primer trimestre del próximo año”.
En esencia, el problema es el siguiente: Austin no tiene suficientes viviendas para satisfacer la demanda actual, lo que genera una competencia extremadamente reñida entre los compradores. Un agente inmobiliario de Austin dijo que uno de sus clientes recibió 93 ofertas por su casa.
Economistas que se especializan en el mercado inmobiliario definen un mercado “equilibrado”, donde la oferta satisface la demanda, como uno en donde hay de cuatro a seis meses de inventario de viviendas disponibles. En otras palabras, si no pusieran a la venta otras viviendas, las viviendas disponibles se venderían en cuatro a seis meses.
En mayo, según la Junta de Agentes Inmobiliarios de Austin (Austin Board of Realtors en inglés), el área metropolitana de Austin tenía menos de un mes de inventario de viviendas. Y ha permanecido así durante la mayor parte del último año.
Gaines calcula que dentro de un año, tal vez 18 meses, terminará el actual aumento de precios que hemos estado viendo en el área de Austin (los precios han estado subiendo aproximadamente un 40% año tras año). Ese es el tiempo que tomará en que se agoten los compradores que se abstuvieron de visitar casas durante los peores meses de la pandemia. También espera que pase el periodo de alta demanda que normalmente se ve al comienzo del año escolar.
Podremos predecir una caída en los aumentos exponenciales de precios, dijo Wolf, una vez que veamos que las casas empiezan a durar más tiempo a la venta, o cuando aumente el número de casas que se venden a su precio inicial o menos.
Wolf dijo que hay que estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento de los compradores o muestras de que se resisten a los precios del mercado.
‘Bolsillos Muy Profundos’
Para observar ese cambio, tendremos que buscar compradores de fuera de Austin. Los expertos dicen que hay evidencia de que gran parte del aumento de precios de Austin se debe a que las personas migran aquí — personas con más dinero para gastar.
“Ahorita tienes ingresos locales que realmente compiten con bolsillos muy profundos. Y francamente, es difícil competir”, dijo Wolf.
Y mientras que muchos habitantes de Austin regularmente se quejan de que los californianos están arruinando Texas, los datos parecen mostrar que muchas personas provenientes de California sí se están reubicando en esta área.
Según un análisis de datos de migración realizado por Zillow, es más probable que quienes se muden a Austin en 2020 provengan de una de tres ciudades de California: San Francisco, San José o Los Ángeles.
Y aquí hay otra estadística, esta vez de un análisis de datos de la Oficina del Censo de EE.UU. realizado por el demógrafo de la ciudad de Austin: entre 2019 y 2020, las personas que se mudaron de otras partes de EE.UU. (no solo de California, sino de otros estados y condados de Texas) representaron el 73% del crecimiento poblacional en el área de Austin.
Para las personas que vienen de áreas metropolitanas de California, los precios de Austin siguen siendo baratos en comparación.
“Todavía no se resisten” a los precios del mercado de Austin, dijo Jen Martin, una agente de bienes raíces que ha trabajado con compradores que vienen de fuera del estado.
Martin dijo que ha tenido suerte ayudando a que algunos compradores locales venzan a los competidores de otras partes y obtengan una casa en el área, especialmente si exageran sus conexiones con Austin. Algunos han escrito en sus cartas de oferta que han rentado en la ciudad durante años, o que pasean a su perro todos los días por la casa que quieren comprar. Pero según Martin, esto solo funciona si la diferencia entre la oferta de un comprador local y la de una persona fuera del área es de tan solo un par de miles de dólares.
Si la diferencia es más alta, el competidor de otra parte gana.
“Por el precio, [las casas de Austin] parecen mejores”, dijo Martin. “Si estás gastando $800,000 en un condominio o una casa realmente pequeña en California, y por $800,000 puedes conseguir una casa de 1,500 pies cuadrados en el centro de Austin, y tener un patio, es una ganga”.
‘Simplemente No Tiene Sentido’
Lo que una persona considera regalado, otros lo consideran un robo. Tal es el caso de David DeLeon, residente de Austin. Se acabó, dijo, su oportunidad de comprar una casa en el vecindario en el que vive y trabaja.
“El hecho de que no estoy ni cerca de poder pagar ninguna de las casas cerca de la escuela en la que enseño, simplemente no tiene ningún sentido para mí”, dijo DeLeon.
DeLeon ha enseñado inglés en Burnet Middle School en el Distrito Escolar de Austin durante cinco años. Recientemente, perdió la oportunidad de comprar una casa a un precio reducido a través de un programa de vivienda asequible porque su salario estaba apenas por encima del límite.
Ahora él se encuentra en una incómoda área gris: ganando un poco menos de $60,000 al año, DeLeon gana demasiado para recibir ayuda para comprar una casa, pero muy poco para poder competir con compradores de vivienda más adinerados.
“Al final del día, mi corazón está aquí en Austin. Tengo tantos amigos y familiares que viven aquí”, dijo DeLeon. “No me gustaría tener que irme de no ser necesario … En este momento, simplemente no estoy seguro de qué voy a hacer, para ser honesto”.
Muchos residentes están en la misma situación. Gaines dice que para asegurarse de que un comprador pueda pagar los costos de vivienda, aconseja que no pague más de 3 a 3.5 veces más del ingreso familiar por una casa. El precio medio de una vivienda en Austin es ahora casi cinco veces más que el ingreso familiar promedio.
Recientemente, algunos políticos locales han comenzado a reconocer públicamente el aumento de los precios de las viviendas.
El concejal Greg Casar describió los precios de viviendas como “bastante aterradores y horribles”, después de una presentación de la Junta de Agentes Inmobiliarios de Austin. Las casas en su distrito en el norte-centro de Austin se venden a un precio promedio de $500,000 y generalmente pasan 15 días en el mercado.
Ese es el vecindario donde DeLeon esperaba comprar. Ahora sintiéndose agotado, dijo que está reconsiderando su elección de carrera.
“Me encanta enseñar. Es el trabajo más divertido del mundo. Puedo pasar el rato con los niños y verlos crecer”, dijo. “[Pero] mis amigos que se dedicaron a los negocios o a otros campos, están comprando casas fácilmente en este momento. Quizás debería haber hecho algo diferente”.
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Traducido por Carola Guerrero de León.