La idea de un mural tiene una permanencia asumida. Mientras que los lienzos pueden rasgarse, desteñirse o incluso pudrirse, los murales en las paredes dan la sensación de que pueden durar para siempre. Pero Raúl Valdez sabe que no es así. El conocido muralista de Austin lleva décadas pintando, pero a pesar de colocar sus grandes obras en paredes sólidas en lugar de lienzos, su trabajo tiende a desaparecer.
Su primer mural (pintado sobre paneles de madera de 3/4 de pulgada de grosor cuando era estudiante de posgrado en la UT de Austin) fue robado.
“Íbamos a viajar con él y a trasladarlo de un sitio a otro”, cuenta Valdez. “Desapareció. Alguien vino y probablemente lo utilizó como material de construcción o algo así”.
Desde entonces, su obra ha pasado a formar parte de la historia y el tejido cultural de Austin, pero muchas de sus obras han sufrido destinos similares.
“Los Elementos” en la Universidad Juárez-Lincoln
Durante años, en la esquina de la interestatal 35 y la calle César Chávez, el mural de Valdez titulado “Los Elementos” decoró uno de los únicos barrios para minorías al oeste de la I-35, en el lateral del edificio de la Universidad Juárez-Lincoln. Cuando la propiedad se vendió a un desarrollador y comenzó la demolición en 1983, muchos miembros de la comunidad llegaron al lugar para protestar.
“Coreaban: No pueden destruir nuestro mural”, cuenta. “Me convencí de que estaba haciendo lo correcto”.
A pesar del apoyo público al mural, la demolición siguió adelante y la obra de Valdez fue destruida junto con el edificio.
“Corazón y alma” en la Escuela de Trabajo Social Steve Hicks
En 2024, cuatro décadas después de que los manifestantes intentaran detener la demolición del mural de Valdez en el lateral de la Universidad Juárez-Lincoln, un grupo de activistas intentó salvar el edificio de la Facultad de Trabajo Social de la UT Austin y el mural de Valdez que representaba escenas de injusticia y comunidad.
Valdez fue contratado por la universidad para pintar “Heart and Soul” en el interior de lo que solía ser University Junior High, la primera escuela secundaria integrada de Austin.
“Algunos de los antiguos profesores de la escuela de trabajo social lucharon mucho para conseguirlo. Estoy hablando de mucho trabajo intentando pararlo, intentando concientizar”, dijo. “Me quito el sombrero ante ellos. Hicieron un trabajo maravilloso”.
Valdez dijo que asistió al partido de los Longhorns contra Clemson en los playoffs de fútbol americano universitario en diciembre y desde su asiento en el estadio pudo ver la parte del edificio con su mural todavía en pie. Desde entonces, el edificio ha sido demolido y la universidad tiene previsto construir en él unas instalaciones para la práctica del fútbol americano.
El escenario de la ladera de Pan-Am sigue en pie
Uno de los murales que ha resistido el paso del tiempo es el del escenario Hillside del centro recreativo Oswaldo A.B. Cantu/Pan-American. Valdez pintó el mural en 1978, y desde entonces lo ha mantenido y restaurado con el apoyo de la ciudad de Austin.
Valdez está trabajando en la recaudación de fondos para recrear el mural de la Universidad Juárez-Lincoln y el mural que estaba dentro de la Escuela de Trabajo Social.
