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Las albercas están entre las instalaciones permitidas para reabrir el viernes bajo la orden del gobernador de Texas, Greg Abbott, de flexibilizar las restricciones impuestas para detener la propagación del coronavirus.
Por su parte, la ciudad de Austin sigue considerando cuándo reabrirá las albercas de la ciudad.
"Las albercas del Departamento de Parques y Recreación de Austin (PARD, en inglés) se reabrirán cuando puedan hacerlo de manera que no pongan en peligro la salud y la seguridad de sus empleados y de la comunidad a la que sirve", dijo el departamento en una declaración escrita. "Con la ayuda de la Ciudad de Austin y de Salud Pública de Austin y sus agencias asociadas, el PARD continuará monitoreando las recomendaciones de salud pública en lo que respecta a la reapertura de las instalaciones de la ciudad y desarrollará su plan de reapertura".
Pero hay un montón de otras albercas y espacios para bañarse (incluídos los famosos 'swimming holes') en nuestra área. Matthew Johnson escribió para preguntar si el agua es segura para nadar, es decir, si se puede contraer el coronavirus de una piscina, y si hay una diferencia entre los lugares para nadar de agua dulce, como Barton Springs y Deep Eddy, y las albercas o piscinas cloradas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) dicen que no hay evidencia de que el coronavirus se pueda propagar a través de las albercas tratadas con cloro. Los productos químicos utilizados para desinfectar el agua "deberían inactivar" el virus, según los CDC.
"El cloro, en general, no es bueno para las proteínas que están en la superficie de todos los virus y les permiten adherirse a un huésped", explica Jackie Dudley, profesora de biociencias moleculares en la Universidad de Texas en Austin. Pero, agrega, cada vez que alguien está nadando en una piscina con otros, hay "alguna probabilidad de que pueda contraer una infección viral".
Dudley dice que hay virus que pueden ser transmitidos a través del agua de las albercas o piscinas, como el virus del resfriado común y los adenovirus, que pueden causar problemas respiratorios y digestivos e infecciones oculares. Advierte que si se ha contraído el coronavirus en otro lugar -y tal vez no lo sepa- y luego se contrae uno de estos segundos virus, puede causar complicaciones importantes.
"Una vez que tienes un virus, es más probable que contraigas otro", dice, porque tu sistema inmunológico está comprometido.
Se han realizado algunas investigaciones sobre el tiempo que los coronavirus pueden sobrevivir en agua dulce. Por ejemplo, un estudio realizado en 2008 sobre el virus del SARS (SÍndrome Respiratorio Agudo Severo, en espanol) descubrió que puede sobrevivir hasta 10 días en agua del grifo o la regadera a 23 grados Celsius -o 73 grados Fahrenheit- (un poco más caliente que la alberca de Barton Springs). Pero que eso también dependía de otros factores ambientales, como el material orgánico en el agua y la presencia de bacterias.
Pero es improbable que se detecte el virus a través del agua, porque el virus probablemente esté diluido (a menos que se detecte una gran cantidad de saliva de alguien flotando sobre el agua).
La mayor preocupación, dice Dudley, es la falta de distanciamiento social y de precauciones en una alberca.
"Al entrar al agua, si vas a nadar de verdad, no es probable que lleves una máscara", dice. También están los vestuarios, las barandillas y otras superficies que probablemente se encontrará en una visita a una alberca pública.
En resumen, si simplemente debes ir a nadar: "Tienes que mantener el distanciamiento social e ir a nadar a una alberca o piscina con cloro", aconseja Dudley.
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