El Fiscal General de Texas, Ken Paxton, demandó a los líderes de la ciudad de Austin y del condado de Travis por una ordenanza local que él dice va en contra de la orden del gobernador que canceló el mandato estatal de uso de cubrebocas.
“Le dije al condado de Travis y a la ciudad de Austin que cumplieran con la ley estatal de cubrebocas,” Paxton tuiteó el jueves, tras amenazar con una demanda. “Me mandaron a volar. Así que, una vez más, los estoy arrastrando a la corte.”
La demanda, introducida el jueves pasado en la corte de distrito del condado de Travis, establece como acusados al alcalde de Austin, Steve Adler; el juez del condado de Travis, Andy Brown; y al Dr. Mark Escott, director médico interino de Salud Pública de Austin.
“Este caso apunta hacia una pregunta importante: A final de cuentas, ¿quién es responsable por responder a la pandemia del COVID-19 y otras emergencias?” escribieron en la demanda abogados de Paxton. Argumentan que las órdenes estatales están por encima de las locales.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, eliminó el pasado miércoles un mandato estatal que requería el uso de mascarillas en espacios públicos y limitaba el cupo de personas en negocios. En una nueva orden ejecutiva, Abbott escribió que “ninguna persona puede ser obligada, por cualquier jurisdicción, a usar cubrebocas o usar algo para cubrirse el rostro.”
La nueva orden sigue permitiendo que negocios requieran que sus clientes usen mascarillas.
Sin embargo, líderes en el área de Austin, han insistido en que las reglas locales sobre el uso de cubrebocas y otros protocolos de salud sigan vigentes.
“Yo seguiré escuchando a nuestras autoridades de salud pública, a la comunidad médica y a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que han dicho consistentemente que los cubrebocas salvan vidas,” escribió Brown en una declaración. “Es desafortunado que el fiscal general, una vez más, esté fallando en priorizar la salud de la comunidad.”
El miércoles, el condado de Travis reportó 227 casos nuevos de COVID-19, una cifra que ha disminuido desde enero, cuando el área estaba observando casi más de mil casos nuevos al día.
“El juez Brown y yo seguiremos defendiendo y haciendo que se cumplan las reglas de nuestros oficiales locales de salud, hasta donde nos lo permite el ejercicio de nuestro poder y uso de nuestras herramientas,” comunicó Adler en una declaración emitida el jueves. “Prometimos ser guiados por doctores, científicos y cifras relacionadas a la pandemia y hacemos todo lo que podemos por mantener esa promesa.”
Líderes locales han argumentado que pueden seguir con este tipo de requisitos debido a que el estado permite que las ciudades adopten sus propias reglas para proteger la salud de sus residentes. Argumentan que Abbott no tiene el poder para anular la ley del estado con una orden ejecutiva.
“Las ciudades tienen autoridad independiente bajo la influencia de la constitución de Texas y el estado permite que las ciudades creen sus propias reglas de salud,” escribió en un tuit el día lunes, el miembro del Concejo de la ciudad de Austin, Greg Casar. “Hemos hablado con expertos legales y creemos hoy que la [decisión] de la ciudad es legal y es la forma correcta de actuar.”
Durante el pasado mes de julio, el Concejo de la ciudad votó por darle poder a la autoridad local de salud para designar reglas de salud pública. Fue entonces que Escott adoptó nuevas medidas sobre el uso de cubrebocas, específicamente sobre usar mascarillas afuera de casa, salvo en situaciones como comer, tomar agua o hacer ejercicio. También se estableció que los negocios tenían que desinfectar objetos que entraban en contacto con gente de manera frecuente y limitar grupos a 10 personas o menos.
De acuerdo a una ordenanza de la ciudad, la gente que viole estas reglas puede recibir una multa de hasta $2,000 por infracción.
“Los equipos que hacen que se cumplan las reglas trabajan para educar a individuos y negocios sobre la importancia de la sana distancia y el uso de cubrebocas, y además pueden multar y lo han hecho,” comentó por correo electrónico un portavoz de la ciudad.
Estas reglas actualmente están programadas para expirar el día 15 de abril, pero líderes locales podrían extenderlas.
El año pasado, Paxton se impuso sobre la ciudad de Austin y el condado de Travis, cuando demandó a la iniciativa de poner un límite a la gente que podía cenar en un establecimiento durante el fin de semana de las festividades del Año Nuevo. Mientras que la Corte Suprema de Texas no emitió un fallo a favor de ese caso, sí decidió que había que ponerle un alto a que entraran en vigor esos límites.
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