La tormenta de hielo que azotó Austin este mes dañó los árboles más que ninguna otra en la memoria reciente. Ahora, algunos se enfrentan a otra amenaza potencialmente más destructiva: enfermedad.
La enfermedad o el marchitamiento del roble es un hongo que puede debilitar y matar todo tipo de robles. Suele propagarse a través de escarabajos devoradores de savia, que se sienten atraídos por cortes muy recientes en los árboles.
Afortunadamente para los árboles locales, estos escarabajos son menos activos cuando hace frío. Pero a los expertos les preocupa que puedan proliferar cuando la temperatura suba y la gente empiece a podar los robles dañados por el hielo.
"El riesgo aumentará cuando haga más calor", afirma Karl Flocke, silvicultor del Servicio Forestal A&M de Texas.
El servicio forestal insta a la gente a posponer la poda innecesaria de árboles hasta julio, cuando el riesgo de propagación del marchitamiento del roble volverá a disminuir.
Los expertos también dicen que los cortes recientes en robles deben pintarse inmediatamente antes de hacer más cortes. Según la ciudad de Austin: "Cualquier tipo de pintura puede tapar el olor de una herida fresca para el escarabajo, que puede transportar las esporas del marchitamiento del roble".
Aunque los escarabajos son un vector clave en la propagación del marchitamiento o enfermedad del roble, no son el único.
Los arboricultores recomiendan lavar el equipo de poda de árboles después de usarlo y ser cautelosos a la hora de desechar los recortes de roble.
Una vez que un árbol está infectado por el marchitamiento del roble, puede propagar la enfermedad a los árboles vecinos a través de los sistemas de raíces interconectados. Si se detecta a tiempo, existen tratamientos que pueden ayudar a los robles a combatir la enfermedad.
Traducido por María Arce
