El gobierno de Biden propone una política migratoria que podría prohibir a la mayoría de los solicitantes de asilo solicitar protección en Estados Unidos.
La norma prohibiría a los inmigrantes solicitar protección si no buscaron refugio en otro país mientras se dirigían a la frontera estadounidense, según un borrador de la propuesta publicado el martes en el Registro Federal.
La norma, que se ha estado considerando como una forma de frenar el número casi récord de cruces no autorizados en la frontera sur, también pretende disuadir a los migrantes de hacer el peligroso viaje a través de América Latina, al tiempo que elimina una importante fuente de ingresos para los traficantes de migrantes, según el lenguaje de la orden.
"Junto con la ampliación de las vías legales, seguras y ordenadas de entrada a Estados Unidos, los Departamentos esperan que la norma propuesta conduzca a una reducción del número de migrantes que intentan cruzar [la frontera suroeste] sin permiso de entrada, reduciendo así la dependencia de los migrantes de las peligrosas redes de tráfico de personas", afirma la norma propuesta. La misma ha sido publicada por el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional.
Pero los grupos de derechos de los inmigrantes están criticando la propuesta como un cruel retroceso a las políticas del expresidente Trump, que inició una prohibición similar durante su mandato. Esa política fue finalmente bloqueada en un tribunal federal.
"El anuncio de hoy representa una flagrante adopción de políticas antiasilo odiosas e ilegales, que conducirán a un sufrimiento humano innecesario. Una y otra vez, el presidente Biden ha roto sus promesas de campaña de poner fin a las restricciones a los solicitantes de asilo que viajan a través de otros países", dijo en un comunicado Marisa Limón Garza, directora ejecutiva de Las Américas Immigrant Advocacy Center, con sede en El Paso. "Instamos a la administración Biden a abandonar las iniciativas políticas que promueven la agenda inhumana e ineficaz de la administración Trump".
La regla se publicará oficialmente el jueves en el Registro Federal como parte del período de notificación y comentarios requerido, y el plazo para comentarios públicos estará abierto durante 30 días.
La propuesta llega en un momento en que el número de cruces entre agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y migrantes no autorizados se ha ralentizado un poco en comparación con años anteriores.
Funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de EEUU informaron a principios de este mes de que en enero se produjeron 128,410 encuentros con inmigrantes que cruzaron entre puestos de entrada, lo que supone un descenso de más del 40% respecto a los 221,675 de diciembre. Entre los descensos más marcados figuraron los de migrantes procedentes de Venezuela y Nicaragua, que llevan varios meses llegando a Estados Unidos por decenas de miles.
"Este es el mes más bajo de encuentros de la Patrulla Fronteriza desde febrero de 2021, cuando los encuentros comenzaron a aumentar después de los impactos más severos de la pandemia COVID-19 en la migración", dijeron funcionarios de CBP en un comunicado.
La nueva norma también pretende frenar el número de cruces no autorizados que la administración de Biden predice que aumentará una vez que la controvertida política del Título 42 termine a finales de este año.
Al igual que la política de la era Trump, se espera que la propuesta de Biden sea impugnada en los tribunales, informó NBC el lunes. Keren Zwick, director de litigios en el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, dijo a NBC que la política probablemente será declarada ilegal, ya que priva a los migrantes de su derecho legal de asilo.
Krish O'Mara Vignarajah, presidente y director general del Servicio Luterano de Inmigración y Refugiados, dijo en un comunicado que la administración Biden no puede esperar que los inmigrantes busquen asilo en países extranjeros donde no existe un sistema para hacerlo.
"Esta prohibición de tránsito desafía décadas de protecciones humanitarias consagradas en la legislación estadounidense y en los acuerdos internacionales, y viola flagrantemente las propias promesas electorales del presidente Biden de restablecer el asilo", afirmó. "Exigir a las personas perseguidas que busquen primero protección en países sin sistemas de asilo que funcionen por sí mismos es una propuesta ridícula y que pone en peligro su vida".
La controversia marca otro capítulo en la saga de Biden sobre la política de inmigración. También está en el punto de mira de los conservadores, como el fiscal general de Texas, Ken Paxton. A finales del mes pasado, Paxton y una coalición de estados liderados por republicanos demandaron a Biden por una propuesta para ampliar un programa de libertad condicional para inmigrantes y permitir a algunos inmigrantes de América Latina entrar temporalmente en Estados Unidos mientras se resuelven sus casos de asilo.
Paxton dijo que esa política "crea ilegalmente una vía de facto a la ciudadanía".
Traducido por María Arce
