En un gran golpe para el partido, los demócratas de Texas no pudieron capturar nueve escaños de la Cámara estatal que esperaban que le dieran a su partido la mayoría en este ciclo electoral.
Fue la mayor oportunidad que tuvieron en dos décadas de obtener el control de cualquier ala del gobierno en el estado. Durante las últimas dos décadas, los republicanos han tenido el control de todo: la gobernación, el Senado estatal y la Cámara estatal.
Los demócratas pensaron que las cosas podrían cambiar este año, sobre todo porque hicieron serias incursiones en los distritos republicanos de la Cámara en los condados suburbanos en 2018. Ese año, los demócratas dieron vuelta y obtuvieron 12 escaños en la Cámara de la Legislatura de Texas, sobre todo en distritos que tuvieron cambios demográficos en los suburbios.
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Los demócratas pusieron la mira en nueve escaños más que pensaron que también podrían seguir sus pasos.
Pero Victoria DeFrancesco Soto del Centro de Política y Gobierno de la Escuela LBJ de la Universidad de Texas dijo que el 2018 fue un año de gran importancia para el partido.
"Creo que sólo llegaron al techo", dijo.
La ventaja republicana
DeFrancesco Soto dijo que los demócratas se acercaron bastante a muchos de esos nueve escaños, pero no fue suficiente. Era una exigencia mayor de lo que los demócratas quisieron admitir, dijo.
"La forma en que se traza un distrito impacta el resultado", dijo DeFrancesco Soto. "Y estos fueron distritos que fueron diseñados... para beneficiar a los republicanos".
Las líneas políticas actuales de Texas se trazaron después de que el conservador Tea Party tomara el control de las legislaturas estatales y el Congreso durante las administraciones de Obama. DeFrancesco Soto dijo que es muy difícil superar una ventaja estructural como esa.
Jim Henson, un encuestador que dirige el Proyecto de Política de Texas en la Universidad de Texas en Austin, dijo que los demócratas también subestimaron el número de votantes que los republicanos todavía tienen en los suburbios y el trabajo que los republicanos hicieron después de las pérdidas que tuvieron en 2018.
"Vimos muchas reacciones entre los funcionarios republicanos en la Cámara a las ganancias demócratas y a las estrechas pérdidas republicanas", dijo. "Y eso llevó a una elección cuyo impacto creo que fue ampliamente subestimado".
En la sesión legislativa de 2019, los republicanos trabajaron con los demócratas en temas como educación y vivienda, asuntos en los que ambas partes podrían encontrar algún terreno común.
Y resulta que los votantes se dieron cuenta.
Las listas y los latinos
Luke Macías, consultor político de algunos de los miembros más conservadores de la Cámara de Texas, dijo que cree que el hecho de que los republicanos se deshicieran del voto por listas en esta elección ayudó a muchos de los miembros de la Cámara en los suburbios donde los demócratas estaban ganando gracias a Donald Trump.
Durante la sesión legislativa de 2017, los legisladores estatales eliminaron la opción de que los votantes simplemente eligieran a todos los candidatos de un solo partido político para todas las candidaturas en la boleta, lo que se conoce como voto por listas. A partir de este año, los votantes tendrían que votar en las contiendas electorales una a una. Las listas habían sido populares; durante las elecciones generales de 2018, casi el 68% de los votantes sufragaron utilizándolas.
"[Eliminar] eso fue una gran pérdida para los demócratas", dijo. "Estamos viendo que incluso en áreas en las que no gustaba el presidente, se les veía mantener a su legislador republicano en el poder".
También se reduce al hecho de que la demografía y la política no han cambiado lo suficiente en Texas, ni en estos nueve distritos en particular.
Macías dijo que tampoco ayudó a los demócratas que a los republicanos les fuera mejor con los latinos en esta elección que en 2016 y 2018.
"Esto no sólo es bueno para un representante estatal en ejercicio, que tiene votantes hispanos, sino para todo el Partido Republicano", dijo.
Henson dijo que el hecho de que a los republicanos les haya ido mejor con los latinos debería ser un llamado de atención para los demócratas de Texas. Durante mucho tiempo, la teoría predominante ha sido que el estado se volverá más demócrata a medida que se vuelva más diverso racialmente.
Si más latinos votan en los suburbios, por ejemplo, es probable que voten por los demócratas y los demócratas ganarán más elecciones.
Pero Henson dijo que ha sido obvio por mucho tiempo que no es tan fácil.
"La evidencia ha estado delante de todo el mundo: los republicanos han estado obteniendo del 30 al 40 por ciento del voto hispano durante dos décadas", dijo.
Henson dijo que no sabemos lo suficiente sobre la participación de los latinos como para decir dónde están exactamente los puntos débiles de los demócratas.
La pandemia y el juego a largo plazo
DeFrancesco Soto dijo que los demócratas tampoco pudieron hacer mucho trabajo de campo y la movilización persona a persona que suelen hacer debido a la pandemia.
Pero en general, dijo, esto no significa que todo haya terminado y que los demócratas deban aceptar que Texas siempre será gobernada por los republicanos.
"La política es un juego a largo plazo", dijo. "El hecho de que haya tenido los márgenes que tuvo... es tal vez una pérdida hoy, pero a largo plazo, es construir un espacio para que los demócratas recluten candidatos más fuertes y tal vez ganen esos escaños en el futuro".
Macías dijo que las elecciones de 2018, en particular el reñido comicio por el Senado de EEUU entre Ted Cruz y Beto O'Rourke, le mostró que los republicanos deben hacer elecciones como si pudieran perderlas.
"No hay duda de que Texas es un estado que puede ser competitivo en cualquier ciclo electoral. Y Beto O'Rourke lo demostró", dijo.
Y no es que la brecha entre republicanos y demócratas en las elecciones no se esté estrechando. Muchos de estos comicios estatales en la Cámara de Representantes se perdieron por sólo un par de puntos porcentuales. Las cosas también están cambiando en todo el estado. En 2012, el candidato presidencial republicano Mitt Romney ganó en Texas por casi 16 puntos porcentuales. En 2016, Donald Trump lo ganó por 9. Este año, Trump ganó por sólo 6 puntos.
Henson dijo que eso es progreso.
"Hay una línea ahí", dijo. "No encaja muy bien en el marco de Texas cambiando de color o volviéndose azul".
Lo más importante, dijo DeFrancesco Soto, es que este año votaron más tejanos que nunca.
"Creo que eso es importante desde la perspectiva de la participación cívica", dijo. "Porque sabemos que una vez que la gente vota, es más probable que vuelva a votar".
En una declaración de la semana pasada, el partido estatal dijo, "aunque hemos logrado algunos objetivos en esta elección y nos hemos quedado cortos en otros, hemos avanzado" en el estado.
"La lentitud del cambio puede ser decepcionante a veces", dijeron los funcionarios del partido, "sin embargo, a lo largo de los años, es significativo y conducirá a una verdadera ayuda para la gente que nos necesita".
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