De la Radio Pública de Texas:
Texas tiene una de las tasas más altas de diabetes, que casi se ha duplicado en la última década.
Se prevé que el número de personas con diabetes se cuadruplique hasta alcanzar casi 8 millones en 2040. Y la explosión de la diabetes es especialmente alarmante en los niños.
Por eso, en Texas existe una ley que obliga a realizar pruebas de detección de la diabetes a los niños en edad escolar. Pero debido al COVID-19, en los últimos años, esas evaluaciones médicas no siempre se han realizado.
Los niños con riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 tienen un marcador revelador.
"Tienen una línea en la nuca. ¿Ves cómo hay esa distinción? Eso es lo que buscamos en esa línea oscura", dijo Andrea, que es enfermera en un distrito escolar de San Antonio. Pidió a la Radio Pública de Texas que no se publicara su apellido.
Ella examina a los estudiantes para detectar una posible diabetes tipo 2 en la infancia observando la parte posterior de sus cuellos. Busca una mancha de piel gruesa y oscura. A menudo indica que hay demasiada insulina en la sangre, y puede ser un signo de riesgo de diabetes.
"Parece (una línea) un poco sucia, pero eso es lo que parece", dice.
No es un cuello sucio. Es una condición médica llamada acantosis pigmentaria o acantosis nigricans.
"Me costó aprender a pronunciar 'acantosis pigmentaria'", dijo el representante estatal Roberto Gutiérrez, demócrata de McAllen. En 2001 estuvo en la audiencia de la Cámara de Representantes de Texas explicando su proyecto de ley para ayudar a los niños a vencer la diabetes exigiendo la realización de exámenes en escuelas para detectar la acantosis nigricans, también conocida como A.N.
"Si podemos enseñarles y decirles lo que tienen que hacer, obviamente podremos aliviar muchos de los problemas", dijo.
“Podemos hacer mucho"
Gutiérrez también tenía diabetes tipo 2 y reconoció la terrible tendencia de que cada vez más niños se volvían diabéticos, pero no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde. Dijo que Texas podía examinar a los niños para detectar la diabetes, y hacerlo de forma económica.
"Por 5 dólares podemos hacer mucho. Podemos evitar millones de gastos en el futuro", dijo Gutiérrez.
Según la Asociación Americana de Diabetes, Texas soporta una carga financiera de 26,000 millones de dólares a causa de esta enfermedad crónica. Pero también hay costos indirectos asombrosos, como la pérdida de salarios y de productividad.
El proyecto de ley de Gutiérrez se aprobó y se convirtió en ley, lo que llevó a la creación del Programa de Evaluación del Riesgo de Diabetes Tipo 2 en Niños de Texas. Doreen Garza es la directora de la Oficina de Salud Fronteriza del Valle del Río Grande de la Universidad de Texas que administra el programa.
"El programa es el único esfuerzo de intervención y prevención activo y real en el estado, probablemente incluso en el país", dijo Garza.
Cada año, examinan a cerca de un millón de niños, y sus resultados son angustiosos.
"Desde el principio, el programa ha evaluado a más de 15 millones de niños y ha identificado a casi un millón de niños con factores de riesgo asociados a la diabetes tipo 2 en todo el estado", agregó.
Garza dijo que ven una crisis que empeora.
"Los datos están ahí. Estos niños tienen cada vez más sobrepeso, que es un factor de riesgo grave. Están presentando A.N. Tienen presión arterial alta. Se trata de niños de tercero, cuarto y quinto grado que caminan por los pasillos de sus campus con presiones sanguíneas elevadas", dijo. "Lo que da miedo es que van a crecer en esto y las complicaciones van a ser mucho peores para ellos".
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