Una línea de ferrocarril abandonada en el sur de Austin se está convirtiendo en un sendero para peatones y ciclistas, con el primer tramo programado para abrir el próximo año.
Pero la incertidumbre en torno a la congelación de las subvenciones federales por parte de la administración de Trump ha puesto en duda qué parte de la factura será cubierta por autoridades federales y si la ciudad tendrá que desviar dinero de otros senderos previstos.
La construcción comenzó después de las fiestas decembrinas en el proyecto conocido como el Bergstrom Spur Trail, un camino de 6.5 millas que se extiende desde cerca de St. David South Austin Medical Center hasta casi el Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom.
La ciudad consiguió 4.1 millones de dólares de financiación federal para la primera fase de la construcción, gracias a las asignaciones del congresista Lloyd Doggett, demócrata de Austin. El congresista Greg Casar, demócrata de Austin, consiguió 500,000 dólares para la parte central del sendero.
La semana pasada, Austin presentó una nueva solicitud de subvención federal, con la esperanza de conseguir millones más para completar el proyecto. Los costos de construcción estimados oscilan entre 12 y 18 millones de dólares.
Si se deniega la solicitud, el proyecto seguiría adelante, pero a costa de otros senderos planificados.
La línea de ferrocarril Bergstrom Spur se construyó a principios de la década de 1940 para abastecer a la base de las Fuerzas Aéreas que acabaría convirtiéndose en el Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom en 1999. Las vías llevan sin utilizarse desde 1993, pero las autoridades municipales llevan tiempo considerando el corredor este-oeste como un candidato idóneo para el transporte alternativo.
“Es la primera prioridad en la lista de senderos urbanos de la ciudad”, dijo John Eastman, responsable de aceras y senderos urbanos en el Departamento de Transporte y Obras Públicas de Austin.
“Esto proporciona una conectividad realmente grande en las zonas que realmente están históricamente desatendidas en términos de acceso al transporte público, el acceso a los senderos y espacios verdes”, dijo. “Si nos fijamos a través de este tipo de corredor sureste justo al sur de 71, simplemente no hay mucha buena conectividad en dirección este-oeste”.
La línea de ferrocarril abandonada cruza carreteras principales como la Calle South First, la Avenida South Congress y las calles de acceso a la I-35, atravesando vecindarios residenciales, detrás de centros comerciales y zonas industriales ligeras que albergan un número creciente de cervecerías y destilerías. Hay más de 40 paradas de autobús a menos de media milla de las vías, incluido el Centro de Tránsito de South Congress.
“Hemos estado colaborando para asegurarnos de que todas las conexiones funcionen y de que entendemos dónde va a estar el sendero para poder asegurarnos de que nuestras paradas de autobús están en el lugar correcto”, dijo a KUT News la directora general de Capital Metro, Dottie Watkins.
La primera sección del sendero, un tramo de 1.12 millas de Vinson Drive a South Congress, está totalmente financiado. El gobierno federal cubre el 80% del costo y la ciudad paga el 20% restante.
“He solicitado dinero unas tres o cuatro veces, y finalmente hemos conseguido los dólares necesarios para animar a la ciudad a seguir adelante con el proyecto”, dijo Doggett.
Pero las millas restantes del sendero aún carecen de una financiación asegurada. Los responsables de Austin presentaron la semana pasada una nueva solicitud de subvención BUILD del Departamento de Transporte de Estados Unidos, en la que piden hasta 20 millones de dólares para completar la ruta y dar un impulso a la infraestructura de transporte público de CapMetro.
En 2022 se rechazó una solicitud de subvención anterior, pero Eastman dijo que los funcionarios federales indicaron que la propuesta había estado cerca de ganar. Los funcionarios de la ciudad refinaron y volvieron a presentar la solicitud.
A la incertidumbre se suma la orden ejecutiva del presidente Trump de congelar las subvenciones federales, una medida radical que desencadenó múltiples demandas. Aunque los tribunales han bloqueado la congelación por ahora, las aprobaciones de financiación a largo plazo siguen siendo inciertas mientras las agencias luchan por alinearse con las nuevas prioridades de gasto de Trump.
Si la última solicitud de subvención de Austin es denegada, la ciudad tendría que pagar el resto por sí misma, lo que podría retrasar otros proyectos de senderos planificados.
“Tenemos suficientes fondos disponibles fuera del bono”, dijo Eastman, refiriéndose a los 80 millones para senderos urbanos incluidos en un bono de 460 millones de dólares aprobado por los votantes en 2020. “Pero pondría algunos otros proyectos de senderos potencialmente en un segundo plano”.
Los funcionarios de Austin están buscando indicaciones sobre qué programas de subvenciones podrían verse afectados de forma permanente bajo la nueva administración.
“Día a día estamos tratando de vigilar al gobierno federal”, dijo la concejal Paige Ellis, que preside un panel de miembros del consejo centrado en cuestiones de transporte. “Pero sabemos que la gente apoya que sus dólares se utilicen con prudencia y queremos asegurarnos de que abogamos por que los dólares de Texas se gasten en Texas”.
Independientemente de dónde provenga el dinero, el jefe del Departamento de Transporte y Obras Públicas de la ciudad, Richard Mendoza, dijo a KUT News que el Bergstrom Spur Trail está en camino para completarse en 2027.
