Una de las piezas centrales de la mayor ampliación del Aeropuerto Internacional Austin-Bergstrom está a punto de obtener la aprobación final para su diseño y construcción. El Consejo de la Ciudad votará sobre el proyecto este mes, ya que el ABIA se esfuerza por acoger a muchos más pasajeros de los que puede albergar.
Si se aprueba, la ampliación de 370,500 pies cuadrados de la terminal Barbara Jordan -una superficie del tamaño de tres tiendas Costco- empujará la terminal hacia el norte a través del Estacionamiento Rojo y establecerá una nueva puerta de entrada al aeropuerto de Austin.
La nueva estructura, denominada “Hall de Arribos y Salidas” (A/D Hall, por sus siglas en inglés), será el principal punto para dejar y recoger pasajeros. El edificio albergará mostradores de facturación de las compañías aéreas, recogida de equipajes nacionales y tiendas y cafeterías.
Según el pliego de condiciones de la ciudad, se espera que la construcción de este proyecto de 865 millones de dólares esté prácticamente terminada en diciembre de 2029.
Una de las partes más complicadas de la ampliación consiste en desviar el Bulevar Presidencial, la bulliciosa calle de varios carriles situada frente a la terminal Barbara Jordan. El nuevo trazado discurrirá junto al A/D Hall y se ensanchará para acoger hasta 43 millones de pasajeros al año, preparándose para un futuro crecimiento que supere la capacidad prevista de 30 millones.
Como parte de la reconfiguración del Bulevar Presidencial, el personal de la ciudad espera reubicar la recogida de pasajeros de viajes compartidos a la acera. Durante años, los usuarios de Uber y Lyft se han quejado de tener que desplazarse hasta el estacionamiento de autos de alquiler para recoger sus vehículos.
“La gente siente que es un inconveniente para Austin, y cuando hemos hecho un análisis de muchos otros aeropuertos, en realidad todavía estamos bastante cerca en comparación con los aeropuertos de nuestro entorno”, dijo la oficial de planificación del aeropuerto Lyn Estabrook. “Pero entendemos que la comunidad pide resolver esa situación, y por eso queremos tener una zona comercial dedicada a todo ese tráfico comercial”.
Hay tres opciones sobre la mesa para reconfigurar el Bulevar Presidencial. El estudio de arquitectura SOM, con sede en Chicago, afinará los planes si el Consejo de la Ciudad aprueba un contrato de diseño de 45 millones de dólares. SOM ha trabajado en las terminales de los aeropuertos de Kansas City, San Francisco y New York.
Como parte de la remodelación, el Estacionamiento Rojo -la opción de estacionamiento más cercana a la terminal- será demolido y sustituido por un nuevo estacionamiento multinivel detrás del Estacionamiento Azul.
Se prevé que la construcción del A/D Hall cueste 820 millones de dólares. El Consejo de la Ciudad votará sobre la adjudicación del contrato a Austin Commercial, una empresa de Dallas con una cartera que incluye el centro de alquiler de autos del ABIA y proyectos en Chicago, Houston y Newark.
El dinero para construir el A/D Hall procederá en su mayor parte de las tasas que se cobran a las aerolíneas por utilizar el aeropuerto, costos que en última instancia se trasladan a los pasajeros a través del precio de los billetes de avión. En 2022, la ciudad obtuvo $400 millones en bonos de ingresos -préstamos de inversores que se reembolsarán con los futuros ingresos del aeropuerto- para poner en marcha la ampliación. Podría haber más préstamos en el horizonte, y los responsables del aeropuerto están estudiando subvenciones federales para ayudar a cubrir los costos.
Los viajeros tendrán que prepararse para las interrupciones durante los años de obras. La navegación por el aeropuerto implicará pasarelas peatonales provisionales y desvíos a través de las zonas en obras. Los viajeros tendrán que pasar por encima de las obras del A/D Hall para acceder a los autos de alquiler y a los estacionamientos.
El nuevo A/D Hall, un edificio independiente, dejará un hueco donde actualmente discurre el Bulevar Presidencial. El espacio se reservará para proyectos de ampliación del aeropuerto aún por financiar.
El objetivo de la ciudad es que el A/D Hall esté en funcionamiento antes de que se inaugure el nuevo vestíbulo, en torno a 2030. El vestíbulo B añadirá un mínimo de 20 puertas, con lo que el número total de puertas ascenderá a 54 o más. El aumento del tránsito de pasajeros de estas nuevas puertas dependerá de la capacidad ampliada del A/D Hall.
De momento, los puestos de control de la TSA permanecerán en la terminal actual, mientras que los mostradores de venta de billetes de avión y las máquinas de autofacturación se trasladarán al A/D Hall en cuanto esté listo.
Ya están en marcha varios proyectos a corto plazo para crear más espacio para el procesamiento de pasajeros. Uno de ellos consiste en rellenar el atrio de la segunda planta que da a la zona de recogida de equipajes. Cubrir la zona abierta añadirá unos 12,000 pies cuadrados de superficie para la facturación y los controles de seguridad. Este proyecto de 30 millones de dólares está en fase de diseño.
La Comisión Asesora Aeroportuaria de la ciudad -un grupo de 11 voluntarios nombrados por los miembros del Consejo de la Ciudad para formular recomendaciones políticas- dio su visto bueno al proyecto del A/D Hall el miércoles. Se espera que los miembros del Consejo emitan su voto final el 26 de septiembre, allanando el camino para que comiencen los trabajos de diseño y la construcción a principios de 2026.