Antes de que el barrio de Sarah Berson, al este de Austin, se incorporara al programa de compostaje de la ciudad, su familia fabricaba su propio compostaje. Era mucho trabajo.
Mezclaban los restos de lo que cocinaban -que consistían sobre todo en restos de café y cáscaras de plátano o banana- con hojas en un barril de compostaje. Había que girar el barril manualmente para mezclar los microorganismos con la materia orgánica. Luego había que esperar a que todo se descompusiera para poder utilizarlo. Después de todo eso, seguía habiendo algunos problemas.
"Producíamos mucho más de lo que necesitábamos", explica. "Y luego lo echábamos en el lecho del huerto [y] crecían cosas al azar a partir de las semillas que habían estado en el compostaje-. Así que, al azar, crecía una calabaza".
Berson dijo que estaba encantada de ceder por completo las tareas de compostaje a la ciudad.
"Era demasiado mantenimiento", afirma. "Acabamos sintiéndonos muy agradecidos cuando la ciudad... amplió el programa de compostaje".
Ahora, Berson sólo tiene un contenedor de residuos alimentarios de un galón en la encimera de la cocina, junto al fregadero. En él echa restos de café, cáscaras de plátano, cáscaras de huevo, restos vegetales y huesos de pollo. El contenedor tiene una tapa con un filtro de carbono para reducir el olor. Cuando está lleno o empieza a oler mal, lo vacía en el contenedor de compostaje de la ciudad. Está encantada de poder compostar ahora más cosas, como cajas de pizza.
Al pensar en el trabajo que le suponía hacer su propio compostaje, sintió curiosidad por saber cómo lo hacía la ciudad y adónde iba a parar. Supuso que podría procesarse y esparcirse en zonas que la ciudad está tratando de convertir en espacios verdes.
Así que preguntó a nuestro proyecto ATXplained.
Un paso hacia la basura cero
El programa de compostaje residencial de la ciudad se puso en marcha hace más de una década y ahora da servicio a unos 210,000 hogares. Forma parte del objetivo de basura cero de Austin de reducir el material enviado a los vertederos en un 90% para 2040. A finales del año fiscal 2021, la ciudad estaba desviando sólo alrededor del 42%.
Si los materiales compostables, como los restos de comida, se tiran a la basura, no sólo ocupan espacio en un vertedero, sino que además se descomponen allí sin oxígeno, liberando el nocivo gas metano. En cambio, este material puede utilizarse para crear compostaje que puede añadirse a la tierra para ayudarla a retener la humedad y los nutrientes.
Austin Resource Recovery (Recuperación de Recursos de Austin o ARR, en inglés), el departamento municipal que recoge el material compostable junto con otros residuos residenciales, presta servicio a viviendas unifamiliares y multifamiliares de hasta cuatro unidades. Pero los complejos de departamentos más grandes, por ejemplo, necesitarían un contratista privado para prestar servicios de compostaje.
De los hogares a los que presta servicio, ARR calcula que recogió 43,548 toneladas de compostaje en la acera en el año fiscal 2022. (Como referencia, tu auto pesa probablemente entre 1 y 2 toneladas).
De la basura al compostaje
Los 50 camiones que recorren los barrios de Austin recogiendo bolsas de residuos de jardinería y el contenido de los contenedores verdes los llevan al este, a Organics By Gosh, una empresa de compostaje de Elgin. Las instalaciones son en su mayoría terrenos abiertos con pilas ordenadas de material compostable en distintas fases del proceso de compostaje.
Cuando llegan los camiones de ARR, los pesan, vierten su contenido en una pila y luego lo pesan. La ciudad paga a la empresa unos 18 dólares por tonelada de material que entrega. El Director General, Craig Crawford, dijo que la empresa recibe una media de 3,500 toneladas al mes.
En algunos de los montones más recientes se distinguen fácilmente bolsas de residuos de jardinería de Lowe's y Home Depot, ramas, manzanas, berenjenas y cajas de pizza. Aunque los montones no huelen realmente mal, Crawford dijo que atraen a algunos visitantes, como pájaros y cerdos que se sirven ellos mismos el "buffet".
La guía de compostaje de ARR detalla exactamente qué se puede y qué no se puede compostar. Los contenedores verdes y las bolsas de residuos de jardín deben contener sólo restos de comida (incluida la comida en mal estado), recortes de jardín, papel sucio de comida (incluidos vasos de papel y envases de comida para llevar sin recubrimiento de plástico o cera) y fibras naturales como papel triturado, palillos de dientes y palillos chinos.
Pero hay otras cosas que acaban en esos montones.
No hay máquinas ni cintas transportadoras para depurar los montones y eliminar los objetos no deseados. En su lugar, según Crawford, tres hombres revisan manualmente los montones en busca de cosas que no pertenecen al lugar. Llevan pañuelos en la cara y chalecos de seguridad de color amarillo brillante mientras suben y bajan de los montones de unos 6 metros de altura.
Crawford explica que, al principio, en las recogidas municipales aparecían objetos al azar, como un colchón o una parrilla de cocina. Aunque eso ya no ocurre, los trabajadores siguen encontrando de vez en cuando zapatos, cubiertos y balones de baloncesto. También hay una enorme pila de contenedores verdes de la propia ciudad que acabaron dentro de los camiones de recogida.
El mayor problema es la contaminación por vidrio y plásticos duros, porque el siguiente paso del proceso es triturar el material.
"Si el vidrio llega a la trituradora, se convertirá en miles de trocitos y acabará en el compostaje-", explica Crawford. "Y si lo detectamos, tenemos que deshacernos de ese montón".
El director de operaciones, Zach Thomas, dijo que el material podría venderse con un descuento significativo siempre que se informe al comprador de la contaminación.
Crawford dijo que la gente está mejorando en no poner artículos de vidrio y plástico en sus contenedores verdes. Atribuye la mejora al tiempo que lleva en marcha el programa y a los recordatorios de ARR.
Según Crawford, después de ser triturado, el material permanece fuera entre 20 y 30 días. Se satura con agua, en parte para controlar la temperatura.
"Si pusiéramos un termómetro en el interior [de la pila], estaría muy, muy caliente", dijo. "Y no queremos que se incendien. Y el proceso de riego también contribuye al proceso de compostaje".
Thomas explica que la temperatura interna de las pilas debe oscilar entre 131 y 160 grados Fahrenheit. La alta temperatura facilita la descomposición de elementos como la carne y los huesos. El calor también mata las semillas viables, impidiendo, por ejemplo, que crezca una calabaza cualquiera allí donde se utilice el compost. Pero más allá de los 160 grados, los microorganismos beneficiosos morirían.
El material se coloca en pilas de cinco pies de altura llamadas hileras. Los montones se "voltean" con regularidad, moviendo el material de la parte exterior del montón hacia el centro, donde se descompondrá más rápidamente. El volteo también esponja el material, permitiendo que entre suficiente oxígeno en el sistema y ayude en el proceso.
Después de unos 65 o 70 días de colocar el material en las hileras, se obtiene el compostaje.
Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente, los materiales "verdes" ricos en nitrógeno, como los restos de comida y los recortes de hierba, calientan la pila y ayudan a descomponer el material. Y los materiales "marrones" ricos en carbono, como hojas secas y ramas, sirven de alimento a los microorganismos que los consumen y digieren.
Según Crawford, el centro podría utilizar más restos de comida en los contenedores verdes para equilibrar el material marrón.
Una recogida de residuos
En un almacén situado en la parte trasera de la propiedad, los alimentos de los centros de distribución que han caducado, han sido retirados del mercado o se han salido del intervalo de temperatura aceptable se depositan y pasan por una máquina de "desempaquetado". La máquina separa el alimento (como la mantequilla de cacahuete o maní) del envase (su tarro). Los restos de comida se añaden a las pilas de compostaje. Los envases se reciclan o se tiran.
El gerente del almacén, Matt Walker, explicó que cuando tres centros de distribución de alimentos se quedaron sin electricidad durante la tormenta invernal de 2021, el almacén recibió unos 60 camiones cargados de residuos de alimentos, 30 de los cuales contenían plátanos.
La empresa también recoge residuos de alimentos compostables de restaurantes, bares y hoteles.
Juntos, los residuos alimentarios de esas tres fuentes -residencial, centros de distribución y empresas- permiten las operaciones de compostaje.
Según Crawford, el centro produce unas 3,800 toneladas de compostaje al mes.
Volver a la tierra
El compost se vende tal cual o mezclado con otras sustancias, como arena. Según Crawford, las constructoras y las grandes empresas de jardinería compran de 500 a 700 yardas cúbicas cada vez. También se vende a agricultores y propietarios de viviendas.
La empresa también dona parte del compostaje a lugares como Festival Beach Food Forest. El "bosque de alimentos" se encuentra en un terreno público de dos tercios de acre al este de la I-35 y justo al norte del río Colorado. Los voluntarios mantienen el huerto, pero cualquiera puede cosechar los alimentos gratuitamente. El huerto tiene muchos alimentos y hierbas diferentes, como higos, melocotones, moras, menta y pacanas.
"El compostaje estaba muy blando y caliente, lo cual es un buen síntoma de que el compostaje está sano, porque significa que está vivo", explica Jenna Jasso, que ayudó a crear el bosque de alimentos. "Y cuando tiene ese olor agradable y dulce, significa que está equilibrado".
Jasso explicó que la donación les permitió aplicar compostaje bajo todas las copas de los árboles.
"Desde la base del árbol hasta las ramas, cubrimos el suelo con compostaje", explica. "Eso ayuda a garantizar que lo estamos aportando al suelo que alimenta las raíces de ese árbol".
¿Dónde acabaron las cáscaras de plátano y los resto ñs de café de Berson?
Quizá una parte, a unas millas de su casa, en un bosque urbano donde la gente recoge fruta libremente y, con suerte, compostan las partes no comestibles para empezar de nuevo el ciclo.
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